Zaragoza2 de septiembre de 2022.- Según muestran los datos publicados este viernes por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social este año, agosto, mes que habitualmente conlleva un aumento de la destrucción de empleo, registra una caída del paro en Aragón, del 12,73% con respecto a 2021 y del 0,74% respecto al mes anterior, y cierra con un total de 58.240 personas en el paro.

Desde IU Aragón subrayamos el momento de gran incertidumbre, complejidad y volatilidad que se vive con la crisis de Ucrania y el aumento del coste de la energía. Nuestro Coordinador General, Álvaro Sanz, insta a llevar a cabo “cuanto antes” políticas que blinden la capacidad adquisitiva de los y las trabajadoras.

“Hoy más que nunca son necesarias políticas públicas, de protección social y de creación de empleo, garantizar la negociación colectiva y evitar que la subida de precios genere pobreza”, asiente Sanz. “Debemos continuar con el camino de reformas del mercado del trabajo para garantizar un reparto justo de la riqueza y de las obligaciones que obligue a la empresa a asumir debidamente su parte mejorando los salarios, no puede ser que los precios suban y los sueldos no», añade.

Advertimos de que el paro sigue teniendo rostro de mujer, con el 60,86 % de la cifra total de personas desempleadas mujeres y que, además, la realidad de la contratación este agosto ha sido un 13,63 % menor que en julio; el 66,86 % de estos contratos ha sido de carácter temporal.

“Esto demuestra que las reformas del mercado del trabajo aprobadas mejoran la calidad del empleo generado, pero nuestro patrón productivo sigue presentando problemas estructurales que dejan a colectivos como los jóvenes y especialmente las mujeres en una situación complicada”, asegura Sanz. 

Desde IU Aragón señalamos la necesidad de desplegar políticas expansivas que favorezcan la creación de empleo y que cuenten con el concurso público de forma decidida. Consideramos que cada vez son más evidentes las razones por las que es necesario caminar hacia otro modelo productivo y recuerda que la actual crisis inflacionista no es más que la cara B del modelo capitalista, la consecuencia de un modelo donde prima el enriquecimiento de unos pocos y no importa la pobreza de muchos.