Condenamos la agresión sexual que ha sufrido una mujer en los Pinares de Venecia de la ciudad de Zaragoza y manifestamos nuestro total apoyo a la víctima.

Desde el compromiso que siempre hemos mostrado con la lucha contra las violencias machistas, donde la violencia sexual ha ido adquiriendo visibilidad, incidimos en la necesidad de actuar con contundencia para que dejen de ocurrir.

Para nuestra responsable de Políticas Sociales, Marga Deyá, actuar con contundencia no es solo castigar con contundencia, es, sobre todo, incidir en los factores que la sostienen. “Factores como esas ideas que hay que cambiar acerca de la sexualidad, esas que dicen que el deseo de los hombres es incontrolable o que ligar es conquistar a las mujeres, que nunca quieren de entrada”, denuncia.

En este sentido, Deyá lamenta la posición del Gobierno de las derechas de Azcón frente a la ley del ‘Solo Sí es Sí’ que, lejos de reconocer el avance que supone al poner el consentimiento en el centro para evitar la revictimización de las mujeres al cuestionarse si se habían resistido lo suficiente, plantean su derogación, tal y como han anunciado hoy en rueda de prensa los portavoces parlamentarios de PP y VOX en las Cortes.

Criticamos el olvido del Ejecutivo autonómico al impulso a la educación sexoafectiva que se da en la citada ley y “que es la que realmente incide directamente en la prevención de estas agresiones”. Cabe recordar que este mismo Gobierno, en menos de 100 días, ya ha prohibido a los institutos de la Comunidad asistir a una actividad de prevención de violencia machista y en su pacto de gobierno quiere implantar un pin parental que privilegie los prejuicios de los padres al derecho a la educación del alumnado.

“Hoy, volvemos a lamentar que se sigan violando a 4 mujeres cada día en España y somos conscientes de que muchas de ellas, agredidas por alguien de su entorno, ni siquiera salen a la luz de los datos”, asevera Deyá.

Por su parte, nuestro Coordinador General, Álvaro Sanz, reclama más recursos para la atención a las víctimas, una educación sexoafectiva a lo largo de toda la vida y, sobre todo, políticas que actúen contra el patriarcado y los privilegios que genera, “porque sólo en esta línea conseguiremos acabar con la violencia machista en todas sus formas”, concluye.