Izquierda Unida Aragón ha presentado alegaciones, en el escaso plazo abierto, al decreto de funcionamiento de equipos de atención primaria, pues se centra única y exclusivamente en una propuesta de creación de los DUAP (Puntos de Demanda Urgente de Atención Primaria) a instaurar en la ciudad de Zaragoza.
Consideramos que este decreto, que dice modificar al anterior de 1997, requiere una actualización completa para mejorar, de verdad, la atención primaria en todo el territorio. Pero no es esta la intención del Gobierno de Aragón, pues solo ha modificado un párrafo, el destinado a reorganizar la atención continuada en la ciudad de Zaragoza, y a eso nos vamos a referir.
El modelo que está detrás de este decreto prioriza la atención continuada frente a la atención primaria en todas sus dimensiones. Nuestra propuesta de modelo es al revés: creemos imprescindible reforzar la atención primaria, con todas las funciones que desarrolla, para una atención de calidad que garantice una mejor salud de la población. Si la atención primaria pudiera desarrollar todas sus competencias y características esenciales, con los recursos y el apoyo necesarios, mejoraría la accesibilidad, se reduciría la demanda de urgencias y disminuiría el consumo de fármacos.
La atención primaria está desbordada por la carga asistencial, pero las listas de espera en primaria no se pueden resolver exprimiendo a los equipos. Hay que identificar las plazas estructurales que se necesitan para abordar todas las tareas encomendadas y reducir el cupo de cartillas, porque el 33 % de los médicos en Aragón sigue atendiendo a más de 1.500 personas, sobre todo en el entorno de las capitales y cabeceras de comarcas. La atención continuada está disparada porque la atención primaria no puede cumplir su papel (continuidad, atención a la cronicidad, longitudinalidad, accesibilidad, atención integral, etc.). Lo que hay que hacer, y solicitamos al Gobierno, es que decrete lo necesario, de forma consensuada con todos, para que la atención primaria pueda ejercer todas sus capacidades y competencias.
Por eso defendemos la transformación de los médicos de atención continuada en médicos con pacientes asignados, para favorecer la continuidad de la atención. Y para favorecer esta integración y mejorar la accesibilidad de los pacientes a su médico o médica, se propone instaurar la jornada deslizante, en la que cada profesional atienda por las mañanas y alguna tarde a sus pacientes. Proponemos que el centro de salud esté abierto hasta las 20 horas, eliminando la necesidad de puntos de atención continuada por las tardes entre semana, y que solo sean necesarios los fines de semana, lo que permitiría repartirlos con más garantías.
Este decreto se ha realizado con prisas, con una clara intención de intentar solucionar solo las urgencias hospitalarias a base de sacrificar la atención primaria. Debe retirarse y consensuar el modelo de atención que necesitamos con los profesionales, pero también con las personas usuarias, entendiendo que el consejo de salud de zona es el espacio adecuado para abordar las necesidades de cada zona y recoger una propuesta que satisfaga a todos.
Uno de los grandes logros de este decreto ha sido conseguir la casi unanimidad en la petición de su retirada, cada uno por sus propios motivos o intereses. Puede haber motivaciones diversas a las de los sindicatos corporativos convocantes de la huelga.
Desde Izquierda Unida, comprendemos el enfado de los profesionales que han secundado esta huelga de la atención primaria, ya que es un nivel asistencial sobreexplotado que no puede más y al que se quiere seguir sobrecargando y desvalorizando. Apoyamos a todos estos profesionales, la inmensa mayoría, que se han unido a una huelga por su dignidad, por creer en una atención primaria con todas sus grandes cualidades esenciales para sostener nuestro sistema público de salud. Por querer seguir atendiendo a sus pacientes con tiempo suficiente, bien formados, amantes de su profesión y que ven en este decreto una amenaza a la calidad asistencial. Izquierda Unida apoya a estos profesionales en defensa de la sanidad pública en sus reivindicaciones, que son también las de los pacientes.
Aunque la huelga se centre contra el decreto, que solo afecta de momento a Zaragoza ciudad, creemos que su retirada es igualmente necesaria, como lo es que el consejero asuma sus responsabilidades por esta nefasta imposición.
Es perentorio retirarlo para poder trabajar, desde el consenso, en construir la atención primaria en todo el territorio que necesitamos. Los distintos gobiernos, de uno y otro signo, llevan muchos años ninguneando la atención primaria y haciendo caso omiso de las recomendaciones de expertos, consensos, informes y recomendaciones que se han hecho desde la sociedad civil. Es el momento, o será tarde.