Apoyamos la manifestación convocada por las organizaciones agrarias, de productores y las Cooperativas ante la crisis de los precios de la fruta. Una movilización organizada a las 9 de la mañana de este próximo lunes, 7 de agosto, en la explanada del Sotet en Fraga. Tras conocer el resultado del encuentro que ayer mantuvieron representantes sindicales agrarios con miembros del ministerio de Agricultura, reiteramos nuestro respaldo a las reivindicaciones de las organizaciones en beneficio de los productores y de este sector “clave y estratégico en el medio rural aragonés “como vertebrador del territorio, fijador de población y generador de empleo”.

Las bajas cotizaciones del mes de julio para la fruta de hueso, unido a que los almacenes ya no aceptan más fruta y las salidas se producen sin precio de venta, han vuelto a provocar que la campaña de fruta, un año más, esté resultando crítica para la rentabilidad de los productores.

Sobre este asunto, nuestro Coordinador General, Álvaro Sanz, considera que no se trata de “un mal año”, sino que responde a un “problema estructural”. A las afecciones generadas por el veto ruso, derivadas de un conflicto geopolítico, se suma por cuarto año consecutivo “una inaceptable caída de precios en origen, es decir, los que perciben los productores – denuncia Sanz -, algo que pone en jaque la viabilidad”.

“Es decir, -continua- la especulación en la confirmación de precios y en la cadena de valor de los alimentos hace que el productor cobre un kilo de nectarinas a 0,30 € y nosotros lo pagamos a 2,30 € en el mercado, es decir, el precio se multiplica por 7 desde su recolección hasta nuestra mesa”. En este sentido, Sanz considera que la pregunta es “quién se queda con lo que se paga por el producto y por qué no se interviene para evitar estos abusos”, para aseverar que, “en este contexto, es imposible que un fruticultor pequeño o mediano pueda sobrevivir”.

Por todo ello, apoyamos las demandas de los sindicatos agrarios y reclama medidas urgentes para evitar el cierre de miles de explotaciones familiares que, “habiendo hecho los deberes, la geopolítica y la especulación en la conformación de precios, se están viendo abocados al cierre”, advierte Sanz.