El portavoz de Izquierda Unida en las Cortes de Aragón, Álvaro Sanz, ha lanzado una contundente intervención en la sesión parlamentaria de hoy, cuestionando el respaldo del Gobierno autonómico al desarrollo de la industria armamentística y advirtiendo de los riesgos que implica la militarización de la economía y de la vida civil.
“¿Por qué el Gobierno de Aragón entiende que es una oportunidad poner alfombra roja a la industria de la guerra?”, ha planteado Sanz en el inicio de su intervención y ha criticado que detrás del discurso oficial de “seguridad” y “defensa” se esconde una estrategia de negocio y rearme vinculada al complejo militar-industrial y promovida desde estructuras como la OTAN.
Sanz ha denunciado el contexto geopolítico actual, marcado por los recientes bombardeos de Estados Unidos sobre Irán, tras la petición del primer ministro israelí Netanyahu. “Hoy nos exigen prepararnos ante una amenaza inexistente e incrementar nuestras inversiones en la industria de la guerra”, ha afirmado.
El portavoz de IU ha advertido sobre la deriva histórica de Europa hacia conflictos armados cuando se convierte la defensa en ofensiva y la seguridad en disuasión. En ese sentido, ha llamado a “no utilizar la paz como excusa para justificar el desarrollo de la industria armamentística” y ha recordado que empresas como Instalaza, especializada en la producción de misiles, “no son una industria cualquiera”.
Sanz también ha criticado el uso de recursos públicos en la promoción de estas iniciativas. “Queremos saber cuánto se ha gastado en propaganda, publicidad, foros, ferias, y a qué empresas concretas se están destinando esos fondos. ¿Qué papel juegan aquí los fondos del FITE? ¿Qué coordinación operativa existe dentro del Gobierno?”, ha preguntado a la vicepresidenta aragonesa, Mar Vaquero, que ha comparecido en la Comisión Institucional para informar sobre el trabajo del Gobierno de Aragón sobre el Hub de la defensa en Aragón.
Especial énfasis ha hecho el diputado de Izquierda Unida en la necesidad de reforzar políticas activas de cultura de paz, tal y como recoge la Ley Aragonesa de la Paz, y no permitir la penetración de la lógica bélica en la vida civil, la educación y el tejido institucional. “Nos preocupa profundamente la militarización de la vida civil. El Gobierno debería estar desarrollando políticas para la resolución pacífica de conflictos, no abriendo la puerta a empresas dedicadas al armamento y la ciberagresión.”, ha aseverado.
Sanz ha cerrado su intervención advirtiendo del rumbo que están tomando las instituciones y apelando a la responsabilidad histórica. En su opinión, “nos están empujando hacia un precipicio. No solo como Aragón, sino como humanidad. Por lo menos, desde aquí, no contribuyamos a empujarnos a caer.”
Izquierda Unida ha exigido transparencia, rendición de cuentas y un debate real sobre el uso de fondos públicos, así como una apuesta firme por una política de paz, cooperación y desmilitarización del territorio.