Acabo de visitar las viviendas tuteladas que ha construido el Ayuntamiento de Alcañiz, a través de su sociedad Fomenta.  Uno de los proyectos estrella de la anterior Corporación, del gobierno de izquierdas en Alcañiz. Uno de los proyectos que luchaba por hacer de Alcañiz una ciudad más amable, más inclusiva, la ciudad de las personas.

En un momento en que nos apuñalan con recortes a los ciudadanos, en los que se está destruyendo el poco Estado del bienestar que teníamos; en un momento en que no hay dineros para Sanidad y Educación pero sí hay para salvar un banco al que han llevado a la ruina una cuadrilla de piratas, ineptos y sinvergüenzas, que de paso llevan a la ruina al país…en ese momento, es importante reivindicar con orgullo la labor social de los gobiernos de izquierda, sean estos nacionales, autonómicos, o locales.

El Alcalde Suso podrá cortar con una mano la cinta de las viviendas tuteladas, mientras con la otra mano estudia cómo liquidar la sociedad Fomenta que ha sido la artífice de esta obra, y de paso aprovecha para denostar la gestión del anterior ayuntamiento de izquierdas y  culparle de todos los males de Alcañiz.  En este punto, cuando la gente se pregunta sobre la deuda y para qué se ha endeudado la ciudad, le podemos contestar: “para cosas como las viviendas tuteladas”.

Una inversión total de 4.211.547 €, que incluyó un préstamo municipal de 2.800.000 € y el resto apoyado por el Gobierno de Aragón y por el hoy extinguido Ministerio de la Vivienda.    Una inversión que tiene retorno porque los inquilinos pagan su alquiler. Una inversión para 75 familias mayores, y que perdurará durante varias décadas como un equipamiento de primera fila para uno de los colectivos más débiles de nuestra sociedad.

Y hablando de la ciudad de las personas, este fin de semana también abrirá el bar de la Glorieta; abrirá tras concluirse un procedimiento de adjudicación que ya se inició con el anterior gobierno de izquierdas, y que culmina la renovación del parque más emblemático de Alcañiz, para que lo disfrute toda la ciudad.  También habrá que recordar aquello del endeudamiento, ¿para qué? , pues para cosas como la Glorieta: una inversión de 982.029 euros, financiada al 100% por el Ayuntamiento, con cargo a préstamo a largo plazo, como a largo plazo disfrutarán todos los alcañizanos de esta nueva Glorieta.

Y hacer la ciudad de las personas es también el ARI, el Área de Rehabilitación Integral, que está contribuyendo a renovar la imagen del casco antiguo de Alcañiz y permitiendo que muchas personas mayores puedan seguir viviendo en sus casas, si están dotadas de los necesarios medios de confort y seguridad.  Y eso lo ha apoyado estos años atrás el Ayuntamiento de Alcañiz tras un ingente esfuerzo financiero y una gestión modélica que le ha situado como la ciudad de Aragón donde el programa ARI ha tenido más éxito.

Pero no todo es alegría en la ciudad de las personas: seguimos sin saber qué pasará con la residencia pública de la Tercera Edad, después de que la alcaldesa Amor Pascual firmase con el anterior gobierno de Aragón el convenio para ceder el solar junto al Centro de Salud, para construir allí la residencia.

Los actuales gobiernos del Partido Popular, en Aragón y en Alcañiz, han aparcado este proyecto, sin plazos y sin alternativas.  Y seguimos sin saber ni cómo ni cuándo se hará el nuevo hospital de Alcañiz, en esta ciudad tan llena de paradojas, que quiere ser la ciudad de las personas, pero que puede terminar teniendo un circuito de carreras público y un hospital privado, qué cosas.