Izquierda Unida de Aragón ha exigido la paralización inmediata del proyecto de telecabina entre Benasque y Cerler, una infraestructura valorada en 17 millones de euros e incluida como símbolo del Plan Pirineos impulsado por el Gobierno de Jorge Azcón. Para su Coordinador General y portavoz parlamentario en las Cortes, Álvaro Sanz, este proyecto representa una “atrocidad ambiental” y una “oportunidad perdida” para el territorio, al responder a un modelo de desarrollo “especulativo” que no atiende las verdaderas necesidades de la población.
Según el diputado, “este proyecto tiene de fondo, como todo el Plan Pirineos, la especulación, el desarrollo urbanístico y que, además, poco tiene que ver con la dignidad y con la necesidad de la gente del territorio”.
La sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Huesca, que anula el proyecto aprobado por el Ayuntamiento de Benasque, refuerza los argumentos que llevaron a IU a denunciar el proyecto en la UE a través de su eurodiputada Estrella Galán. El fallo judicial estima el recurso interpuesto por la Asociación SOS Ribagorza y una vecina afectada, y declara nulo el proyecto por ubicarse en una zona inundable del río Ésera, vulnerar el Reglamento de Dominio Público Hidráulico, carecer de estudio económico de viabilidad y presentar carencias en los informes geotécnicos.
Cabe recordar que Sanz ya advirtió de estas cuestiones, especialmente de su ubicación en una zona inundable, en el Pleno de las Cortes de Aragón del pasado mayo y su formación política y social acompañó las plataformas vecinales y a SOS Ribagorza en su denuncia.
Además, Izquierda Unida ha trasladado una pregunta formal a la Comisión Europea a través de su grupo en el Parlamento Europeo, La Izquierda Europea (GUE/NGL) para que advierta al Estado español sobre la incompatibilidad del proyecto con el principio de “no causar un perjuicio significativo” (DNSH), exigido por el Reglamento del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Y refuerza ahora su denuncia ante “unas obras ya iniciadas que están causando daños medioambientales irreversibles, vulneran directivas europeas de protección ambiental”. “Exigimos que se investigue formalmente el caso, se paralicen las obras y se garantice que no se destinen fondos europeos a esta infraestructura”, señala Sanz, quien demanda una revisión profunda de todos los proyectos incluidos en el Plan Pirineos.
Izquierda Unida reitera su compromiso con un modelo de desarrollo sostenible, justo y participado, que priorice el bienestar de las personas y la protección del medio natural frente a los intereses especulativos.