Zaragoza, 26 de junio de 2025 – El portavoz de Izquierda Unida en las Cortes de Aragón, Álvaro Sanz, ha intervenido con contundencia en el Pleno celebrado hoy, tras la comparecencia del presidente del Gobierno autonómico, Jorge Azcón, sobre regeneración democrática. En su intervención, Sanz ha denunciado que “la corrupción, venga de donde venga, es la peor de las carcomas de nuestra democracia” y ha reclamado una respuesta firme, sin medias tintas ni excusas partidistas.
“El ‘y tú más’ no sirve”, ha afirmado el diputado de IU, dirigiéndose tanto al Partido Popular como al Partido Socialista. “No basta con asumir que la corrupción nos ha salpicado a todos; hay que actuar, caiga quien caiga. La sociedad no necesita políticos de izquierdas que roben, necesita políticos de izquierdas creíbles que hagan políticas de izquierdas”.
En un tono crítico, Sanz ha reprochado a Azcón su falta de autoridad moral para dar lecciones: “Señor Azcón, usted tiene menos memoria que los ordenadores de su sede. Usted es de los que si pueden hacer, hacen. Su partido no puede hablar de regeneración cuando ha sido parte activa del desmantelamiento de lo público para entregarlo a intereses privados”.
Además, el portavoz de IU ha ido más allá al señalar una dimensión olvidada en muchos debates sobre corrupción: los corruptores. “Si de verdad queremos hablar de regeneración democrática hasta el final, tenemos que responder a una pregunta clave: ¿Qué hacemos con los corruptores?”, ha planteado Sanz. “¿Vamos a impedir que las empresas que roban y corrompen sigan contratando con el sector público? ¿Vamos a exigir que devuelvan lo robado tanto los corruptos como los corruptores?”
Sanz ha concluido su intervención retando directamente al presidente Azcón a responder: “¿Van a hacer esto? ¿Van a ir hasta el final? Porque si no, todo este discurso de regeneración será papel mojado”.
Izquierda Unida ha reafirmado con esta intervención su compromiso con una regeneración democrática profunda, que no se quede en la superficie ni utilice la corrupción como arma arrojadiza, sino como una causa de acción política seria y transformadora.