Denunciamos la deriva privatizadora que el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón está imponiendo al sistema público de salud
La continua externalización de especialidades médicas y otros servicios esenciales —como ya ocurrió con el transporte sanitario— pone en riesgo la calidad asistencial y desangra los recursos que deberían reforzar la sanidad de todas y todos.
- Especialistas para la privada, vacantes en la pública. Resulta inaudito que las empresas privadas sí consigan médicos y médicas que, según el Departamento, “no existen” para integrarse en el sistema público. Exigimos una investigación inmediata sobre las causas reales de esta paradoja, porque detrás hay un claro trasvase de recursos humanos en beneficio del negocio sanitario.
- Más burocracia, menos asistencia. El presupuesto de salud ha crecido, pero no para fortalecer la atención primaria ni reducir listas de espera. Se ha disparado la burocratización, engordando estructuras directivas que no atienden a pacientes y perpetuando la precariedad de la atención sanitaria.
- Auditoría pendiente — y necesaria ya. El Gobierno prometió una auditoría del modelo sanitario para afrontar las medidas necesarias para mejorar la sanidad pública. Hoy sigue sin fecha. Izquierda Unida Aragón exige que se realice de inmediato y que sus conclusiones sean públicas.
- Desigualdad sanitaria en aumento. Las reformas planteadas no parten de las necesidades del paciente, sino de intereses corporativistas que están abriendo grietas de inequidad. Este desequilibrio, de no revertirse, generará consecuencias irreparables a medio plazo que ya vemos en la Comunidad de Madrid.
- Defender lo público es cerrar la puerta al lucro privado. Poner alfombras rojas a los fondos y conglomerados sanitarios implica anteponer criterios económicos a la garantía universal de salud. Una sanidad pública fuerte, universal y de calidad es incompatible con el expolio de la externalización.
Izquierda Unida Aragón reclama:
- Moratoria inmediata a todas las nuevas externalizaciones y seguimiento estricto de las existentes.
- Evaluación de los recursos humanos existentes y medidas para consolidar su adscripción a la sanidad pública.
- Incremento urgente de la financiación de atención primaria.
- Evaluación transparente del sistema para abordar las transformaciones del modelo sanitario desde la perspectiva del paciente.
La salud no es un nicho de mercado: es un derecho fundamental.