La DGA destina 14 millones de euros a Motorland, un pozo sin fondo, cuya rentabilidad socioeconómica y demográfica en las comarcas está cuestionada por la Cámara de Cuentas de Aragón, mientras deja fuera 75 proyectos locales y sólo asigna 1 millón para infraestructuras básicas en pueblos de Teruel
El Gobierno de Aragón ha hecho pública la resolución de la convocatoria 2023 del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE) para infraestructuras eléctricas, gasísticas y de conectividad. La cifra adjudicada a este programa es de tan solo un millón de euros, frente a los 14 millones destinados al circuito de Motorland. El resultado: sólo seis proyectos han recibido financiación en toda la provincia, mientras 75 propuestas impulsadas desde otros tantos municipios han sido descartadas por falta de presupuesto.
En total, 81 municipios turolenses presentaron proyectos por valor de 12 millones de euros para mejorar redes de abastecimiento de agua, extender el gas natural, modernizar regadíos, ampliar la conectividad o instalar energía solar de autoconsumo. Iniciativas dirigidas a mejorar infraestructuras básicas, apoyar la actividad económica y fijar población en el territorio. Sin embargo, el exiguo presupuesto asignado desde el Ejecutivo autonómico sólo ha permitido conceder ayudas a cinco ayuntamientos y una comunidad de regantes.
Entre los proyectos que se han quedado sin apoyo económico figuran actuaciones como la segunda fase de extensión del gas en Montalbán (285.000 €), la mejora de redes de gas natural en Utrillas (263.000 €), la instalación de una tubería de abastecimiento de agua en Peñarroya de Tastavins (250.000 €), una planta solar de autoconsumo colectivo en Cuevas de Cañart (137.000 €), la mejora de redes de abastecimiento y saneamiento para un aserradero de madera en Griegos (164.000 €), el abastecimiento de agua potable en Gúdar (274.000 €), la mejora de conectividad urbana en Villafranca del Campo (190.000 €), o el depósito de agua para una nueva fábrica de piensos en Valderrobres (15.000 €). También han quedado excluidos proyectos de inversión empresarial, como la instalación de gas para una nueva línea de producción en Alcañiz (12.000 €) o la electrificación de una nave industrial en Calamocha (29.000 €), así como infraestructuras de riego en la comarca del Bajo Martín y en Berge.
Estas cifras reflejan un patrón de decisiones que pone en cuestión las prioridades del ejecutivo aragonés. Con los 14 millones asignados a Motorland, se podrían haber financiado la totalidad de los proyectos presentados por los municipios turolenses y aún habría sobrado presupuesto para nuevas iniciativas.
Teruel necesita inversiones que permitan modernizar sus servicios básicos, apoyar el desarrollo endógeno y generar oportunidades desde el territorio. Lo contrario, como en este caso, supone desaprovechar la voluntad de los pueblos por avanzar y perpetuar el abandono institucional que tantas veces ha denunciado esta provincia. Priorizar el escaparate frente a las necesidades reales del medio rural es una forma más de dar la espalda a la lucha contra la despoblación.