Tras el encuentro han insistido en que el desarrollo económico nunca debe hacerse a costa de la biodiversidad y exigen que el proyecto garantice el bienestar de la comarca

Izquierda Unida del Somontano se ha reunido con el alcalde de Barbastro, Fernando Torres, y la concejala de Desarrollo, Silvia Ramírez, para trasladarles propuestas al proyecto de instalación de la empresa Ence de una planta para la producción de biofertilizantes y biometano a partir de biomasa ganadera, agrícola y agroindustrial.

Consideran que la reunión se puede valorar como positiva porque sus propuestas se han considerado oportunas para mejorar las características de la instalación. Han quedado a la espera de la resolución del INAGA a sus alegaciones y de la tramitación por parte de la Alcaldía a la empresa de sus aportaciones, para mejorar la propuesta final.

La parcela elegida se sitúa próxima a la autovía Lleida-Huesca, junto a la salida del kilómetro 62 («Área 62 El Pueyo», gasolinera), con una superficie de 11,34 hectáreas. El emplazamiento está ubicado a unos 5 km al suroeste del núcleo urbano de Barbastro, a 4,8 km al sur de Castillazuelo y a 5 km al noroeste de Fornillos.

Desde Izquierda Unida del Somontano consideran de suma importancia realizar algunas modificaciones, que han trasladado a la alcaldía, para hacer compatible la implantación de esta infraestructura con el bienestar de la ciudadanía de la comarca y la conservación de la biodiversidad.

Pilar Garcés, coordinadora de Izquierda Unida del Somontano, ha declarado: «Nuestra prioridad es garantizar que este proyecto se desarrolle de manera sostenible y respetuosa con el entorno natural y la calidad de vida de nuestras vecinas y vecinos. Es fundamental que se escuchen nuestras propuestas para encontrar soluciones viables.»

Por su parte, Vicente Guerrero, coordinador de Izquierda Unida Altoaragón, ha afirmado: «Apoyamos el desarrollo de energías renovables, pero siempre con un enfoque equilibrado que proteja nuestro patrimonio ambiental y social. No podemos permitir que el desarrollo económico se haga a costa de nuestra biodiversidad y bienestar.»

En primer lugar, desde Izquierda Unida plantean necesario un rediseño de la planta. Ocupar otras superficies de cultivo próximas para evitar la tala y/o trasplante de 3,1 hectáreas de hábitat de interés comunitario (HIC). Estos encinares, catalogados bajo la Directiva de Hábitats, están amenazados y su conservación es prioritaria. La empresa puede adquirir propiedades adicionales o reestructurar las instalaciones a construir dejando intacto el encinar actual y garantizando la protección del ecosistema.

Han solicitado que se le pida al promotor que concrete en el proyecto un estudio donde se cuantifique la cantidad y procedencia de los residuos, el porcentaje que representan y la máxima distancia de desplazamientos de las mercancías.

Igualmente han planteado la necesidad de aclarar si el almacenamiento de sulfuro de Hidrógeno, un gas toxico e inflamable, predispone la necesidad de establecer un Plan de emergencias ante el almacenamiento de sustancias peligrosas. La seguridad de la población debe ser una prioridad absoluta, lo que exige un estudio detallado de riesgos y medidas de mitigación.

También debe realizarse un estudio de impactos olfativos, un análisis más exhaustivo de las consecuencias para las poblaciones cercanas debido a los olores generados por el almacenamiento de materia orgánica, que podrían afectar negativamente la calidad de vida de los residentes y visitantes. Es crucial garantizar que la instalación cuente con tecnologías adecuadas de control de olores.

Es fundamental actualizar la información del impacto del incremento del tráfico en la zona, adecuando lo fijado en el proyecto a los datos finales emitidos por la empresa con el fin de valorar las implicaciones para la movilidad y seguridad vial.

Así como la modificación del PGOU, que permita el desarrollo del proyecto y/o Declaración de Interés Público o Social. El propio promotor indica en relación a la compatibilidad urbanística que los valores no cumplen con los límites establecidos pudiendo ser objeto de excepción si la instalación tiene la resolución favorable de Declaración de Interés Público o Social. Desde Izquierda Unida han manifestado su opinión, por considerarla más favorable a los intereses de la población, que es solicitar que el promotor adquiera más terreno en la zona limítrofe, posibilitando la conservación del encinar que es un HIC y pudiendo, previsiblemente, cumplir el informe de compatibilidad urbanística al tener más superficie de edificabilidad.

Por ultimo alegan la necesidad de que el promotor presente un balance energético global de la instalación teniendo en cuenta todos los factores que intervienen en el mismo: desde su construcción hasta su desmontaje final que justifique que el saldo es positivo y de un estudio de viabilidad económica que demuestre que el proyecto tiene sostenibilidad en el tiempo.

Desde Izquierda Unida del Somontano creen que estas propuestas permiten compatibilizar la necesidad de una transición energética sostenible con el bienestar de los ciudadanos de la comarca y de quienes nos visitan.