Tras ocho años de discusión e iniciativas parlamentarias, Aragón no cuenta con un modelo sostenible de energías renovables. Y no lo tiene porque el Gobierno acelera los problemas en lugar de resolverlos, con medidas que solo favorecen al lobby, en lugar de trabajar hacia un modelo más cooperativo y planificado en el sector energético.
Hoy se ha vuelto a poner de relieve en el Pleno de las Cortes de Aragón que lo único que se perseguía cel Gobierno con el Decreto de medidas urgentes para el impulso de la transición energética y el consumo de cercanía en Aragón (declarado inconstitucional y nulo por el TC) era garantizar a grandes propietarios y a grandes plantas a grandes distancias el uso de la energía que no pueden volcar a la red. Nuestro Coordinador general y portavoz en las Cortes, Álvaro Sanz, les ha recordado desde la tribuna del hemiciclo que esto no es ni autoconsumo ni planificación. Ese es el debate que a Izquierda Unida le hubiera gustado: Modelo, planificación, ley del paisaje, autoconsumo, comunidades energéticas locales, modelo cooperativo, democratización del sector.
Pero el Gobierno de las derechas no ha hecho nada más que acelerar el problema y mientras debatimos, lo que avanza no dará marcha atrás, los destrozos sociales y ambientales no tendrán remedio. Se inventaron la pseudocomisión de investigación para seguir dilatando lo que se concluyó que era necesario: La planificación territorial de la implantación energética en Aragón. Pero no han hecho nada a parte de traer un impuesto que ha respondido a los intereses del lobby, que no ha respondido a las expectativas recaudatorias y, quizá lo más importante, que no tiene efecto disuasorio frene al daño medioambiental.