Monzón, 10 de febrero de 2022.- La industralización de la ganadería aragonesa, enfocada a la exportación, tal y como demuestran los datos de los últimos años, está desplazando hasta el borde de su desaparición al modelo familiar y social. En los diez primeros meses del 2021 las ventas exteriores de la industria cárnica aragonesa alcanzaron los 1.435 millones de euros, un incremento anual del 4,5%, lo cual consolida la tendencia experimentada por el sector en los últimos años, sobre todo proveniente del porcino que ha triplicado su volumen de exportaciones desde el año 2016.
Mientras Aragón ya es la primera productora de porcino de España, la cabaña de ganado ovino y caprino ha descendido en los últimos veinte años en 96.000 cabezas por año. Si en 2000 Aragón tenía 7.083 explotaciones, en 2019 ya solo contaba con 2.890.
“Necesitamos un modelo que proteja el territorio, el paisaje, los valores ambientales y la cultura rurales», afirma Vicente Guerrero, portavoz de Cambiar Monzón. “La ganadería extensiva que aporta incuestionables valores medioambientales y de fijación de población en el mundo rural está ante una situación dramática”, apunta Guerrero.
Actualmente se encuentra en tramitación en las Cortes de Aragón el Proyecto de Ley de protección y modernización de la agricultura familiar y del patrimonio agrario de Aragón, en cuya exposición de motivos se indica que la agricultura familiar y el modelo a ella asociado está sometido a riesgos especialmente relevantes en el ámbito de la ganadería intensiva.
“Las dimensiones de las macrogranjas ponen en peligro la sostenibilidad ambiental del territorio y la sostenibilidad económica y social relacionada con el modelo que esta ley pretende impulsar”, subraya el portavoz de Cambiar Monzón. Guerrero recuerda, además, la necesidad de gestionar la creciente contaminación de las aguas proveniente de los purines usados como fertilizantes, entre otros impactos, que está haciendo que haya localidades en las que no se pueda beber agua del grifo.
Por todo ello, Cambiar Monzón propondrá en el próximo pleno municipal que desde el Ayuntamiento se apoye el modelo de ganadería social y familiar ligado al territorio y que se inste al Gobierno de Aragón a ratificar la PNL sobre sostenibilidad del sector porcino, así como a limitar el tamaño de las explotaciones ganaderas y presentar un Proyecto de Integración Ganadera en un plazo de cuatro meses.
“La uberización de la industria cárnica, otro regalo del modelo capitalista, ha puesto al modelo familiar y social, nuestro modelo de toda la vida, en peligro de extinción”, dice Guerrero. “Por ello propondremos en el pleno del Ayuntamiento una iniciativa que proteja el futuro del mundo rural ”, sentencia el portavoz.