Unidas Podemos ha presentado sus propuestas en materia de vivienda, en concreto las referentes a solucionar el problema de acceso a la vivienda de alquiler, uno de los más comunes entre la sociedad aragonesa.

“El acceso a la vivienda de alquiler cada vez es más difícil, tal y como denuncian los sindicatos de inquilinas, puesto que se están dando muchísimos casos de desahucios silenciosos, en situaciones de subidas de precios de un 30 a un 50% cuando finalizan los contratos de alquiler y los arrendatarios no pueden afrontar dicho precio”, ha señalado la candidata al Senado Elena García. “Los arrendatarios se van porque creen que van a encontrar nuevas viviendas pero se encuentran con que los precios están desorbitados y hay nuevas barreras a la entrada como los casting de inquilinas, avales, fianzas triples, necesidad de nóminas con contrato indefinido, etc.”, ha lamentado.

Por este motivo, ha apostado por medidas como las que se están implantando en ciudades como Berlín de fijación de precios máximos de alquileres, para así pinchar la burbuja que se está generando en los últimos años.

Yolanda Sancho ha recordado que “el artículo 47 de la Constitución defiende y protege el derecho a una vivienda digna y adecuada, e insta a los poderes públicos a intervenir para tratar de evitar la especulación en el mercado inmobiliario”. En este sentido, ha indicado que Unidas Podemos plantea “la ampliación de la bolsa estatal de vivienda de alquiler protegido y social en unas 50.000 al año, de manera que se cubra la demanda real de numerosas familias que están en lista de espera para obtener este tipo de alquileres justos y protegidos”.

Las candidatas al Senado, Elena García y Yolanda Sancho, han presentado estas medidas frente a tres bloques de vivienda de alquiler protegido en la calle Olleta de Zaragoza. Se trata de una promoción que se desarrolló durante el mandato del PSOE en el Ayuntamiento de la mano de Ibercaja. Sin embargo, a finales de la última Corporación de Belloch se traspasó la propiedad de manera íntegra a la caja aragonesa. Este verano, se conoció a través de la prensa que Ibercaja había vendido con sus inquilinos dentro dichos bloques a Sakkia, una sociedad patrimonial propiedad de la familia Yarza. “Situaciones como ésta no se deben repetir, puesto que generan gran inquietud y vulnerabilidad entre los inquilinos, que ven cómo sus hogares pasan de mano en mano”, ha señalado Elena García.