Los próximos días 14, 15 y 16 de diciembre se va a celebrar la X Asamblea Federal de Izquierda Unida. En ella, delegados y delegadas de todas las federaciones que componen Izquierda Unida van a fijar la línea política y a establecer el marco de actuación y convivencia de la organización. Es decir, se trata de uno de los momentos fundamentales de una organización política, que va a marcar su devenir en los tiempos inmediatos.

En esa Asamblea, también Izquierda Unida del Alto Aragón va a participar, llevando sus propuestas y planteamientos. Durante este mes de octubre, las Asambleas Comarcales van a trabajar los documentos que sirven de base para el debate y presentarán sus enmiendas y aportaciones, las cuales se analizarán en una Asamblea Intercomarcal que se celebrará el 10 de noviembre.

Este trabajo incumbe a toda la militancia de Izquierda Unida del Alto Aragón, pero no solo a ella. En la actual coyuntura política, la puesta en marcha de una Alternativa, que es lo que pretende Izquierda Unida, requiere la implicación activa de la ciudadanía. La vocación de Izquierda Unida, expresada en numerosos documentos y, al menos así lo ha intentado, plasmada en sus hechos, es la de ser un instrumento de la sociedad para la transformación política y social y, en consecuencia, se ha configurado como una organización abierta a la participación y la aportación no solo de los que han decidido asumir el compromiso de la militancia, sino también – y diría que sobre todo – de quienes se sienten cercanos a sus postulados o coinciden en los planteamientos de construcción de una Alternativa.

La articulación de un Bloque Alternativo y Social para enfrentar las políticas neoliberales y llevar adelante un modelo político, económico y social alternativo, no puede prescindir de la mayoría social hacia la que se dirige y de la que tiene que obtener la fuerza para el cambio. Por eso, la cita asamblearia a la que estamos emplazados los y las militantes de Izquierda Unida se hace extensiva a toda la ciudadanía.

Izquierda Unida quiere hacer honor a su nombre. Quienes militamos en ella, ciudadanos y ciudadanas que hemos adquirido un compromiso  en función de unos ideales compartidos que se fundan en el convencimiento de que tenemos y podemos luchar contra un sistema injusto, insolidario y depredador, apostamos por la convergencia con todos los demás ciudadanos y ciudadanas que, desde unos postulados semejantes, quieren hacer factible una realidad distinta, sustentada sobre otros valores y principios. Por eso, nos ofrecemos, aprovechando nuestra Asamblea Federal, como lugar en el que el debate constructivo nos puede facilitar ámbitos de encuentro y líneas de actuación conjunta que plasmen una opción distinta y atractiva para quienes viven en Huesca y el Alto Aragón, una auténtica alternativa atenta a lo local pero sin perder de vista lo global.

No se trata, en definitiva, de abrir nuestras puertas y ventanas; se trata, en realidad, de derribar las paredes y ofrecernos tal y como somos, con nuestros aciertos y errores, a los ciudadanos y las ciudadanas, para, entre todos, construir algo nuevo y mejor.

El tiempo histórico que nos ha tocado vivir es exigente en cuanto a nuestra obligación de implicarnos en su quehacer. Hay quien piensa que es posible refugiarse en su pequeña vida esperando que los malos vientos pasen de largo y no le afecten; sin embargo, están equivocados quienes piensan así, ya que absolutamente todos estamos concernidos en este combate y, por eso, solo cabe dar un paso al frente y luchar por coger las riendas de nuestra Historia para dirigirla a un futuro que queremos mejor. En ese combate estamos nosotros, ofreciendo aliento, camaradería y apoyo a quien se decida afrontarlo.

La invitación está cursada, nuestros brazos, abiertos y el futuro de todos y todas, por construir.