El Coordinador General, Álvaro Sanz, valora la subida de 1.201 personas paradas en el registro de los servicios públicos de empleo en septiembre. En su opinión, “estas cifras reflejan en la cronificación de unas tasas estructurales de paro vergonzosas”.

“La aparente fortaleza de nuestra economía –continúa Sanz- esconde un sistema que impide que las cifras al alza del PIB regional, marcada por una fuerte dependencia de la demanda interna que ha crecido gracias a las facilidades para el acceso al crédito y al sector de la construcción, se traduzcan en un incremento del empleo estable y de calidad tal y como demuestran las cifras”.

Los datos de septiembre sitúan en 63.671 las personas desempleadas en Aragón. Para el Coordinador general, “estas cifras siguen siendo inaceptables y explican que el aumento de la afiliación media a la Seguridad Social sea incapaz de acoger el número de nuevos parados y demandantes de empleo”.

En este sentido, Sanz destaca también que “la temporalidad y la precariedad de la contratación sigue siendo un problema fundamental”. De esta forma se mantiene la línea de empleos inseguros, con jornadas cortas y bajos salarios, “sin que el Gobierno aragonés, ni el Gobierno central, pongan en marcha medidas efectivas para evitar que los salarios dejen de ser los más bajos de Europa y lleven al borde de la pobreza a familias que tienen empleo y que hacen que la brecha de la desigualdad siga aumentando”, asevera.

“La desigualdad ha venido para quedarse si no se cambian las políticas de empleo”, advierte Sanz para concluir instando al Gobierno de Aragón a abordar este problema de raíz pensando sólo en los intereses de las y los desempleados y la mejora salarial de los trabajadores y trabajadoras con contratos precarios porque, “hoy en día, tener un trabajo no es una garantía para salir de la pobreza o, en el caso de las y los jóvenes, emanciparse”.