Trasladamos al consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente nuestras propuestas en esta materia

“Justo la semana anterior a que se decretase el Estado de Alarma, Zaragoza se llenaba con el clamor del campo aragonés que agoniza, bajo el lema “¿quién te dará de comer mañana?”, era en sentido figurado, pero el confinamiento social llegó cinco días más tarde y resulta que la producción de alimentos sí que es “esencial”, y aún diría más ha quedado demostrado que es esencial y estratégica para garantizar la supervivencia de cualquier sociedad, también la europea”, así ha comenzado nuestro portavoz, Álvaro Sanz, su intervención en la comisión en la que ha comparecido el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, para dar cuenta de las actuaciones de su Departamento en relación con la crisis de la Covid 19.

Ha tenido que venir una crisis sanitaria, una pandemia, para que alguno se dé cuenta de que la producción de alimentos es “esencial”, y así lo recoge el Real Decreto al adoptar medidas para reforzar el abastecimiento alimentario.

Para Sanz, la situación que atravesaba, y sigue atravesando el sector, mejor dicho, el modelo social y familiar agrario, “es crítica y ya requería de medidas de apoyo”. “En algunas de ellas estábamos de acuerdo y en otras seguro que podemos acercarnos en estos tiempos en que los más liberales se vuelven keynesianos, hablan de la importancia del sector público y apuestan por la intervención en la economía”, ha aseverado.

Ya en la comparecencia de la Consejera de Presidencia indicaba algunos aspectos que tendremos que afrontar para salir de esta crisis si queremos que el proyecto europeo subsista y uno de ellos es, sin duda, el de recuperar la soberanía productiva. “No estamos hablando de que coyunturalmente tengamos que salir de ésta, estamos reclamando que el “mercado” mundial es imperfecto y que en el futuro hemos de revisar nuestras estructuras productivas para que sean capaces de responder a su cometido en circunstancias reales como las que estamos viviendo”, ha continuado para recordar que el mes pasado ya indicábamos que el problema no era coyuntural. “Aunque puntualmente, – ha apuntado- la agricultura y la ganadería se vean afectadas, las soluciones pasan por redimensionar los cimientos de las relaciones comerciales y productivas de nuestra alimentación para soportar un modelo más social y respetuoso con el medio”.

En estas semanas, el sector agrario no ha tenido que parar por Decreto pero eso no quiere decir que no se haya visto afectado y arrastrado. Sanz ha situado aquí algunos de los problemas que hemos constatado especialmente en la producción a pequeña escala:

Apoyo al ovino y caprino

La declaración del estado de alarma por el COVID-19 ha originado una situación crítica en los sectores del ovino y caprino debido al cierre de restaurantes y establecimientos hosteleros, ya que el consumo mayoritario de sus productos se realiza en este canal y más en tiempos de celebraciones, para los que se preparan picos de producción. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya ha anunciado que establecerá medidas de apoyo directo para estos sectores, con un importe máximo de la ayuda de 30€ por animal, que tengan una edad igual o menor a 4 meses, que hayan salido de la granja con destino al matadero entre el 14 de marzo y el día siguiente a la finalización del estado de alarma.

En este momento se requerirían mecanismos de almacenamiento, una de esas propuestas que nos referimos cuando hablamos de regulación de los mercados.

Mercado agroecológico

Paradójicamente, formando parte del sistema de abastecimiento alimentario esencial, desde el primer momento se prohibió el mercado agroecológico de Zaragoza, como otros muchos mercados en todo el estado, una salida para productores locales ecológicos que han visto cercenada una fuente fundamental de sus ingresos. Sobre esto, Sanz ha preguntado si alguien puede decir qué es menos esencial y si se corren más riesgos que en una gran superficie. En su opinión, debemos hacer que, al contrario de lo que sucedió en la crisis económica vivida tras el 2008, ésta no se lleve por delante a los más débiles, trabajadores que han sabido adaptarse con la calidad y la producción de cercanía. Y por ello, creemos necesaria la elaboración de un código de buenas prácticas higiénico sanitarias que permita la apertura de los mercados de productos frescos de cercanía.

Huertos domésticos

En otras Comunidades Autónomas se ha flexibilizado el acceso a los huertos domésticos, que no dejan de formar parte de nuestro sistema alimentario, “¿O es que hay más riego en recoger las alcachofas que se están subiendo en el huerto, donde se está solo, que ir al supermercado?”, ha preguntado Sanz para advertir que muchos pueblos ya no cuentan ni con una tienda de multiservicios.

Caber destacar que hay una campaña en las redes, a la que se están sumando organizaciones y entidades locales, que lo está pidiendo y por ello le pedimos al consejero Olona que haga alguna gestión para corregir esta “injusticia, con las precauciones necesarias por supuesto”.

En cuanto a otros temas como el daño en las cosechas provocado por la fauna silvestre, especialmente por los conejos, Sanz ha preguntado por los datos y por las nuevas medidas convalidadas tras el Decreto. También ha preguntado por las consecuencias de la reducción en programas como las campañas como la de saneamiento ganadero.

Mano de obra para la fruta

Sin duda, ha señalado Sanz, el mayor problema con que nos hemos encontrado en Aragón, uno de los principales productores frutícolas, es la falta de mano de obra como consecuencia de las limitaciones de movilidad devenidas del Estado de Alarma. En este sentido, le ha pedido al consejero que informe sobre lo que se está haciendo junto con la Delegación del Gobierno pero cuyas gestiones del Ejecutivo autonómico, pueden ayudar. “Sería catastrófico que la producción de alimentos sea esencial, que la fruta haya madurado y que ahora ese fruto del trabajo de los agricultores se quede en el árbol”, ha advertido.

La FAO ya habla “Integración de políticas que refuerzan los sistemas alimentarios locales como un componente principal para aumentar la resiliencia, incluido a través de las compras locales y la creación de reservas alimentarias”, por lo tanto en IU entendemos, y no solo porque lo diga la FAO sino por una visión estratégica, que el Estado debe proteger estas estructuras locales, precisamente para soportar estas situaciones.

Medio Ambiente

En cuanto a la otra vertiente de este Departamento, el medio ambiente, Sanz ha pedido información sobre su han tenido que adoptar medidas extraordinarias para la gestión de los residuos sanitarios del Covid 19. Cabe destacar que desde la propia representación sindical se solicitaba que los y las trabajadoras de Sarga se pusieran a disposición de gestión de la crisis sanitaria y hemos leído en la prensa que en algunas zonas ha sido así, pero no sabemos que ha pasado en el resto pro lo que convendría saber si está a disposición del operativo general que coordina del Departamento de Presidencia.

Asimismo, estos días estamos leyendo textos científicos que hablan, ya lo hacían en el pasado, del valor de la biodiversidad como un protector para la expansión de este tipo de epidemias y un amortiguador de sus efectos, o dicho de otra manera la pérdida de biodiversidad implica un aumento en el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas. “Sabemos que este reto es global pero como demandan algunos grupos conservacionistas, habrá que tomar medidas que detengan la actual emergencia ecológica y se restablezca el equilibrio entre naturaleza y civilización, que el horizonte de los ODS 2030 no quede en el olvido por esta crisis”, ha reiterado Sanz para concluir preguntando a Olona por las previsibles limitaciones del presupuesto, que está condicionado a las necesidades de la crisis sanitaria, en un departamento como el suyo, muy limitado por gastos sujetos a cofinanciación.

Sanz ha concluido su intervención mostrando su reconocimiento a quienes están poniéndose en riesgo para que en estos días no nos falte la comida.