Nuestro Coordinador General, Álvaro Sanz, valora que la subida de 2.361 personas paradas en el registro de los servicios públicos de empleo en octubre “es un mal dato, sin matices”. Para Sanz, estas cifras muestran que la ciudadanía aragonesa “cada día es más pobre y tiene menos trabajo y derechos”. “La reforma laboral y la apuesta por el sector servicios- advierte- ahondan en la estacionalidad, la dependencia del turismo y los contratos precarios con bajos salarios”.

Los datos de octubre sitúan en 71.599 las personas desempleadas en Aragón. En su opinión, estas cifras siguen siendo “inaceptables” y explican que el aumento de la afiliación media a la Seguridad Social “sea incapaz de acoger el número de nuevos parados y demandantes de empleo”.

Por otra parte, Sanz destaca también que “la precariedad de la contratación sigue siendo un problema fundamental”. De esta forma se mantiene la línea de empleos inseguros, con jornadas cortas y bajos salarios, “sin que el Gobierno aragonés, ni el Gobierno central, pongan en marcha medidas efectivas para, al menos, evitar el continuo incremento del número de los denominados ‘trabajadores pobres’, cuyo salario no les permite llevar una vida digna”, asevera para añadir que “acabar con la destrucción de empleo y la precariedad deben marcar la agenda política”.

“El paro sigue siendo la principal lacra y combatirlo debería ser la prioridad de los Gobiernos y la sociedad en su conjunto”, concluye para reiterar que es el momento de actuar y tomar decisiones que aborden el problema de raíz, pensando sólo en los intereses de las y los desempleados y la mejora salarial de los trabajadores y trabajadoras con contratos precarios porque, “hoy en día, tener un trabajo no es una garantía para salir de la pobreza o, en el caso de las y los jóvenes, emanciparse”.