El grupo municipal también solicita a Jerónimo Blasco que se ponga en marcha el préstamo interbibliotecario para que aquellos equipamientos con fondos bibliográficos más escasos puedan enriquecer la oferta a sus usuarios
El representante de Izquierda Unida en la Comisión de Cultura, Educación y Medio Ambiente, Raúl Ariza, exige al equipo de Gobierno que el Bibliobús vuelva a funcionar en aquellos barrios de Zaragoza que no cuentan con bibilioteca municipal.
“Actualmente, hay zaragozanas y zaragozanos que no disponen de una biblioteca en su barrio, la mayoría de ellos en barrios rurales, con un total de 3.246 personas”, destaca el concejal. “Si las promesas de Jerónimo Blasco, de poner en funcionamiento las bibliotecas de Parque Goya y Valdespartera, se hacen realidad, el Bibliobús que les da servicio hasta ahora puede redirigirse a los barrios rurales como Alfocea, Juslibol, San Gregorio, Torrecilla de Valmadrid, Venta del Olivar o Villarrapa, además de los barrios de La Jota o Vadorrey, que pese a estar en el núcleo urbano no cuentan con este equipamiento”, propone Ariza. “Sin embargo –lamenta-, nos tememos que al menos la de Valdespartera va a inaugurarse con retraso, puesto que Blasco prometió su apertura para enero de 2014 y todavía no tenemos ninguna noticia al respecto”.
Ariza recuerda que el artículo 44 de la Constitución española explicita que “Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho”. “La accesibilidad es un requisito, no me vale con poder utilizar la biblioteca de Santa Orosia o María Moliner si vivo a quince kilómetros de ellas”, sostiene el edil de izquierdas.
Cabe recordar que IU ya solicitó la puesta en marcha del Bibliobús cuando se redactaron los pliegos para la nueva contrata de transporte público, tratando de incluir este servicio al igual que el Bus Turístico, una mejora que no fue recogida finalmente.
Préstamo interbibliotecario
Por otra parte, Izquierda Unida pone de manifiesto que el préstamo interbibliotecario debe volver a ponerse en marcha. “Se trata de un servicio que enriquece aquellas bibliotecas con menor variedad y fondo bibliográfico, que no supone un gasto significativo y que aprovechando las nuevas tecnologías, con la posibilidad de que los usuarios consulten el catálogo on line, ensancha el horizonte de aquellas bibliotecas más humildes”, concluye Ariza, proponiendo que se comience por dotar de este servicio a las bibliotecas de los barrios rurales.