IU Aragón reclama la “inmediata paralización y retirada” de la nueva subida de la tarifa eléctrica anunciada que va a suponer un nuevo incremento medio del 11 % en el recibo que pagarán los consumidores y usuarios.

“El  nuevo año empezará con otra fuerte subida de la luz. Las empresas eléctricas, con el consentimiento del Gobierno, han cerrado la subasta eléctrica a la que acudían hoy para fijar los precios para el primer trimestre del año, con un incremento de casi el 26%, lo que significa una subida de la tarifa eléctrica de más del 10%”, señala el Coordinador de IU Aragón y Responsable Federal de Energía de IU, Adolfo Barrena. “A esta repercusión hay que añadir el 1 % más que el ministro Soria ha advertido que se producirá como consecuencia del incremento de los costes del sistema, añade Barrena, lo que significa que empezaremos el año con un nuevo ‘tarifazo eléctrico’ del 11 % de subida que añadir a las que ya se han producido este año”.

Para Barrena, resulta cuando menos sorprende que, tras consentir esta subida, el propio ministerio de Industria y Energía solicite hoy mismo y formalmente la apertura de una investigación a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia para analizar la subasta eléctrica.

“Esta subida es la consecuencia de las políticas desarrolladas hasta ahora por los Gobiernos del PP y del PSOE y resultado del proceso de “falsa liberalización” del sector, que está afectando gravemente a la ciudadanía, al desarrollo de las actividades industriales, a la factura que pagan las administraciones públicas y está incrementando las duras y dramáticas consecuencias de la crisis mientras se beneficia claramente a las grandes empresas eléctricas que, día a día, mejoran escandalosamente sus cuentas de resultados”, continua Barrena.

Fue Aznar quien, en clave electoralista, impuso lo que se llama el ‘déficit de tarifa’ (es decir, que el precio de la luz no cubra los costes sino que el Ejecutivo decida su evolución, generando una deuda con las compañías eléctricas que posteriormente pagamos los consumidores y usuarios) y Zapatero quien lo mantuvo”.

“Así hemos llegado a tener la tarifa energética más cara de Europa, a ver como la gente sufre una nueva forma de pobreza en sus casas, a ver cómo cierran servicios municipales por el incremento de los costes de alumbrado, calefacción y mantenimiento y como cierran empresas (o despiden a trabajadores), especialmente PYMES, por no poder asumir los costes energéticos”, insiste Barrena para recordar que ocho grandes empresas aragonesas Arcelor-Mittal, Ercros, Carburos del Cinca, Químicas del Cinca, Cemex, Hidronitro, Casting Ros y Pirsa de Monreal, que suman 1.500 trabajadores/as, verán afectadas sus plantas y el empleo por la Orden del Gobierno sobre la interrumpibilidad del suministro.

“Esta nueva subida, ante la inacción del Gobierno, afecta, una vez más, a quienes están resultando más perjudicados por la crisis y el neoliberalismo salvaje que la gobierna y dirige, endurece las condiciones de vida, dificulta la prestación de servicios públicos y lastra la economía”, sentencia Barrena.

Resulta especialmente “indignante” que esta subida se anuncie al mismo tiempo que en el Congreso el PP rechaza una iniciativa de La Izquierda Plural para que no se corte el suministro energético a quienes sufren la pobreza , a la vez que, hoy mismo, van a aprobar la nueva regulación del Sector Eléctrico que, una vez más, “se hace desde el interés hacia las grandes compañías eléctricas y de espaldas al interés general de la ciudadanía”.

PACTO SOCIAL

Izquierda Unida reclama un “Pacto Social” para definir la política energética en nuestro país. Por ello, quiere debatir sobre la conveniencia de recuperar el control público sobre un elemento estratégico como es el energético, modificar el MIX energético español para que aparezca claramente establecido el calendario de cierre de las centrales nucleares, incrementar la presencia de las energías renovables, garantizar la reserva estratégica necesaria de carbón nacional y desarrollar tarifas con criterios de progresividad y tarifas sociales. “Queremos acabar –concluye Barrena- con la dependencia energética y queremos un modelo sostenible que cumpla los compromisos de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y que, sobre todo, deje de estar al servicio del mercado y de los intereses de las multinacionales”.