El grupo parlamentario de Izquierda Unida de Aragón exigirá hoy en la Comisión de Educación y Cultura que el Gobierno autonómico, mediante la intervención de la Dirección General de Patrimonio Cultural, y en colaboración con el Ayuntamiento de Broto y la Comarca del Sobrarbe, realice una urgente intervención para detener la ruina del resto de la iglesia de San Miguel y se repare la estructura dañada a lo largo del presente año.

El diputado de IU por el Alto Aragón, Miguel Aso, insiste en la “urgencia de la intervención para, cuando menos, devolverle al inmueble una techumbre, pues de no hacerse, este es el primero de los hechos que sucederán hasta la ruina final del inmueble”.
Miguel Aso recuerda que, “recientemente, pedimos en las Cortes que el Gobierno actuara en la defensa del Patrimonio que suponen nuestros pueblos abandonados, pues cosas como las sucedidas en Otal, son algo que desgraciadamente han sucedido y suceden con demasiada frecuencia en nuestra tierra y es hora de que pongamos dinero y recursos humanos para ir paliando las importantes necesidades de actuación en el patrimonio, necesidades que deberían priorizarse en función del estado de conservación de las mismas”.

Para el diputado de IU, “lo sucedido es muy grave, pues el Gobierno de Aragón según han dado a conocer asociaciones de defensa del Patrimonio, tenía conocimiento desde 2006 de la situación de este monumento declarado como Bien de Interés Cultural, razón por la cual mandó un arquitecto para supervisar su estado y hacer informes, pues bien, pese a ello han dejado que la estructura del tejado se colapse y caiga con ello su techumbre”. Es por ello – continua – por lo que hemos solicitado igualmente los informes arquitectónicos y técnicos que tenga el departamento en relación de la Iglesia de San Miguel de Otal, al igual que lo hemos hecho de las Iglesias de San Bartolomé de Bergua y San Julián de Escartín”.
Para finalizar Aso denuncia que “la política llevada a cabo por los sucesivos Gobiernos de Aragón ha sido muy visceral con lo que no cuesta dinero como son los bienes emigrados y han sido muy cicateros económicamente en la defensa de lo que tenemos aquí y que está muy necesitado de actuación”. “Es como si nos doliera menos que se nos caiga la techumbre de la Iglesia de San Miguel de Otal a que el tejado estuviera emigrado y en buenas condiciones”, concluye.