Izquierda Unida reclama al gobierno local municipal que articule de manera urgente soluciones al problema que genera la suspensión de las becas de comedor en este mes de junio, pues se va a dejar a cientos de escolares en la ciudad sin recibir la única comida de calidad de todo el día.

Los datos de abandono del comedor escolar al desaparecer la beca en este mes de junio son una clara evidencia de que las familias no pueden afrontar el pago del comedor, y, con ello, el hecho de que muchos de estos niños y niñas no van a recibir una comida de calidad en todo el día.

El curso finaliza pero la precariedad económica de las familias no, y no se puede mirar para otro lado como si no fuese asunto del Ayuntamiento.

Los datos publicados hace escasos días por el Instituto Nacional de Estadística acerca de las y los menores cuyas familias se encuentran bajo el umbral de pobreza, constatan que si no se proporcionan medios y recursos para garantizarles una alimentación adecuada, no la van a recibir de ninguna manera.

Desde la administración hay que ir más allá de dejar en manos de las entidades benéficas la nutrición de las y los menores, es un derecho fundamental cuyo incumplimiento debería sonrojar a cualquier gobierno, sea éste estatal, autonómico o local. Por ello, instamos a la concejala de Bienestar Social, Marta Escartín a que en los próximos días proporcione dotación económica para cubrir la alimentación infantil de los alumnos becados por el ayuntamiento durante el curso que ahora va a finalizar, desde este momento y durante todo el período vacacional, y que coordine con los centros educativos y las entidades sociales de la ciudad la prestación del servicio.

El Ayuntamiento de Huesca cerró el año 2013 con superávit, lo que a nuestro juicio es una mala noticia en cuanto a que no se están utilizando todos los recursos públicos existentes para atender los problemas de carácter social ni para generar empleo. Pero a la vez, este superávit significa que el gobierno municipal tampoco tiene excusa alguna para no habilitar la dotación económica necesaria para, como en este caso, cubrir esta emergencia social, como lo es la deficiente nutrición de los niños y niñas. Presumir de cumplir los parámetros de la perniciosa “austeridad” y permitir a la vez que las personas pasen hambre es de un cinismo mayúsculo.