El grupo parlamentario de IU Aragón exigirá mañana al Gobierno que cree y dote suficientemente las partidas económicas necesarias en los Presupuestos de 2014 y siguientes para realizar una campaña informativa que permita trasladar y concienciar a los ciudadanos de las medidas necesarias para reducir la contaminación por ozono, así como de las posibles afecciones que este contaminante atmosférico puede ocasionar tanto a los ciudadanos como a la biodiversidad. Una reivindicación que IU trasladará en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente que se celebra mañana en las Cortes a través de una moción que dimana de la interpelación que el diputado de IU, Miguel Aso, formuló al consejero del ramo, Modesto Lobón en el pasado Pleno.

IU reclama, además, la puesta en marcha un Plan aragonés de lucha contra la contaminación atmosférica por ozono que permita abordar, a la mayor brevedad, la problemática existente de cara a cumplir en todo el territorio aragonés con los parámetros marcados y con el objetivo a largo plazo de la protección de la salud humana. En el tercer punto de la moción, IU insta al Gobierno de Aragón a dirigirse al Central con el fin de elaborar un plan nacional de lucha contra la contaminación atmosférica por Ozono.

La preocupación de IU Aragón por la contaminación atmosférica por Ozono se ratifica en los datos de la página web La Calidad del Aire en Aragón que reflejan niveles elevados (este año en Huesca, entre junio y julio se habrían superado en 21 ocasiones los niveles de 120 μg/m3, cuando la legislación actual dice que no deberán superarse más de 25 días por cada año civil de promedio, en un período de 3 años y en Monzón se habrían superado durante este verano las 25 mediciones). En este sentido, Aso ha señalado que “la OMS advierte que es más peligroso niveles moderadamente altos, que picos de ozono en días concretos que pudieran llegar a superar los niveles de alerta a la población”.

El ozono troposférico es el que se sitúa a ras de suelo y es considerado como el ozono malo, pues afecta a la salud de las personas, especialmente a niños y ancianos y a quienes realizan fuertes ejercicios físicos en horas de mayor nivel de concentración del gas, afectando fundamentalmente a las vías respiratorias. Igualmente, afecta a la flora y fauna.

Miguel Aso explica que el ozono troposférico “es un contaminante secundario no emitido directamente, el cual se forma por reacción fotoquímica, esto es, en presencia de radiación solar, por la reacción de otros contaminante emitidos directamente a la atmósfera”. “Por tanto, -continua- para controlar su concentración es necesario controlar los contaminante emitidos directamente”.

Por ello, “las acciones recomendadas para disminuir los niveles de ozono son siempre a medio y largo plazo y entre ellas se recomiendan la reducción paulatina del uso de vehículos por las ciudades ampliando zonas peatonalizadas, utilizar en mayor medida el trasporte público y vehículos no contaminantes, la sustitución paulatina del parque móvil antiguo por otros menos contaminantes, el ahorro de energía y el uso de energías renovables, así como la reducción del uso de disolventes”, concluye.