El grupo parlamentario de IU Aragón pide al Gobierno autonómico que elabore en un plazo de seis meses un plan integral de atención a los dolores crónicos no oncológicos que sirviera, por lo menos, para organizar el tratamiento del dolor y se pudiera crear la figura de la Unidad del Dolor en los centros de Atención Primaria.

Una reivindicación que la portavoz de Sanidad de IU en las Cortes, Patricia Luquin, trasladará mañana a la Comisión del ramo a través de una Proposición no de Ley, ante la demanda, realizada desde diferentes ámbitos, de elaborar un Plan integral de atención a los dolores crónicos que sirva para organizar el tratamiento del dolor y para crear la figura de la Unidad del Dolor en los centros de Atención Primaria y para mejorar la formación del médico que, en la actualidad, no es la más adecuada.

Muchas de las y los pacientes que se beneficiarían de este plan padecen fibromialgia, una enfermedad crónica sobre la que, hasta la fecha, no se conocen causas, el diagnóstico tarda una media de siete años y se caracteriza por un dolor musculo -esquelético generalizado y que, muchas veces, va a acompañado de cuadros de cansancio, alteraciones del sueño, rigidez matutina, alteraciones en el estado de ánimo como ansiedad, o depresión.

La fibromialgia afecta de una forma mayoritaria a mujeres y “estas pacientes muchas veces se encuentran con un grado de incomprensión que afecta, lógicamente,  de forma muy negativa”, explica la portavoz. “A esto se añade –continúa- el periplo y derivaciones de un especialista a otro que termina por minar no sólo la salud física sino también la síquica de las personas que padecen fibromialgia”.

En cuanto a los datos, en Aragón de cada 100 pacientes con dolor crónico, 83 están tratados en Atención Primaria, lo que exige una mejor formación dirigida a los profesionales de este nivel asistencial. Además, según señalan diferentes estudios, “solo dos de cada 100 pacientes son vistos en una Unidad del Dolor”. En la actualidad, el 98% de estas unidades está dirigido por un anestesiólogo, cuando, según indican expertos en la materia, “las unidades de dolor debería ser multidisciplinares y dar paso a otros especialistas en traumatología, reumatología, rehabilitación y neurología”.

Para Luquin, “se hace imprescindible un mayor conocimiento de la enfermedad y, para ello, es necesario un plan que permitan, por un lado, lograr una mayor comprensión y conocimiento de la enfermedad por parte de los profesionales sanitarios y, por otro, que ayuden a paliar el dolor y el aislamiento e incomprensión que sufren estas personas”.