Izquierda Unida reitera su rechazo a la unión de estaciones de esquí de los valles de Tena y del Gállego, a través de Astún, Candanchú y Formigal. Un proyecto sobre el que el Gobierno de Aragón ha mostrado de nuevo su apuesta en la reunión del Consorcio Urbanístico Canfranc 2000, integrado por la DGA, Suelo y Vivienda de Aragón y el Ayuntamiento de Canfranc y que nació para gestionar la actuación renovadora y urbanística proyectada sobre los terrenos, edificios e instalaciones de la Estación de ferrocarril de Canfranc.

En el encuentro, el consejero de Obras Públicas, Rafael Fernández de Alarcón, ha anunciado que el Consorcio trabaja en un nuevo convenio para la rehabilitación y desarrollo urbanístico de la parcela que ocupa la estación y su entorno. Un convenio que, además de incluir la modificación del PGOU de Canfranc y la determinación de los terrenos necesarios para el uso ferroviario futuro para la reapertura de la línea, prevé la planificación y gestión de un Plan de Interés General de Aragón para el desarrollo del proyecto de unión de estaciones de esquí que permita la implantación de un transporte por cable que preste servicios a los usuarios de las estaciones de Candanchú, Astún y Formigal.

Según el consejero, a través de este acuerdo, se va a distribuir el suelo ferroviario en cuatro espacios. Uno ellos destinado a poner las bases de la unión de las estaciones de esquí y crear el intercambio modal desde el ferrocarril y la carretera a los teleféricos y la nieve.

El Gobierno de Aragón apuesta por la unión de las estaciones potenciando la nieve como sector estratégico. “Sin embargo, éste no debe ser el único recurso para dinamizar el desarrollo socioeconómico de la zona y creemos necesario buscar otras alternativas económicas y para no poner en el monocultivo de la nieve el desarrollo económico del Alto Aragón”, señala el portavoz de Medio Ambiente y de Obras Públicas de IU en las Cortes, Miguel Aso, quien tacha el proyecto de “erróneo”, porque “demuestra, en primer lugar la ausencia de un proyecto de desarrollo sostenible y de futuro para el Alto Aragón que, además, está basado en el mismo modelo que nos ha llevado a esta profunda crisis económica y conllevaría la destrucción de la Canal Roya”.

Para Aso, “el Gobierno de Aragón y el Consorcio deberían priorizar la reapertura de la línea internacional, porque esto sí que reactivaría y diversificaría la economía altoaragonesa, en lugar de desinar todos nuestros recursos a una actividad, ya de por sí sobredimensionada y que la experiencia reciente y la opinión de muchos expertos revela que ya está suficientemente desarrollada en cuanto a extensión, generará un importante déficit a ARAMON, la empresa participada por el Gobierno de Aragón”.