El grupo parlamentario de IU Aragón ha solicitado información al consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, sobre lo medios, actuaciones y recursos de los que disponen  las personas que sufren fibromialgia.

La portavoz de Sanidad de IU, Patricia Luquin, ha traslado al Gobierno la preocupación y las reivindicaciones de las personas que sufren esta enfermedad crónica sobre la que, hasta la fecha, no se conocen causas y cuyo diagnóstico tarda una media de siete años. “La fibromialgia afecta de una forma mayoritaria a mujeres y estas pacientes muchas veces se encuentran con un grado de incomprensión que afecta, lógicamente,  de forma muy negativa”, explica la diputada. “A esto se añade –continúa- el periplo y derivaciones de un especialista a otro que termina por minar no sólo la salud física sino también la síquica de las personas que padecen fibromialgia”.

Cabe recordar que esta enfermedad se caracteriza por un dolor musculo -esquelético generalizado y que, muchas veces, va a acompañado de cuadros de cansancio, alteraciones del sueño, rigidez matutina, alteraciones en el estado de ánimo como ansiedad, o depresión.

Para Luquin, “se hace imprescindible un mayor conocimiento y visibilización de la enfermedad y, para ello, es necesario que existan campañas de sensibilización e información que permitan, por un lado, lograr una mayor comprensión y conocimiento de la enfermedad y, por otro, que ayuden a disminuir el aislamiento social que sufren un porcentaje elevado de estos pacientes”.

Por este motivo, Izquierda Unida ha pedido a Oliván que informe de los medios, recursos y actuaciones que su Departamento pone a disposición de las personas que han sido diagnosticadas con fibromialgia y qué tipo de medidas tiene previstas para visibilizar la enfermedad y su sintomatología al fin de lograr una mayor comprensión y disminuir el aislamiento social que sufren un porcentaje elevado de estos pacientes.

Por último, IU pregunta si, una vez diagnosticada una persona con fibromialgia, se  hace algún tipo de revisiones periódicas para controlar y ajustar los tratamientos del dolor y, en caso negativo, cuáles son las razones por las que no se llevan a cabo.