Mostramos nuestro rotundo rechazo al anuncio del grupo PSA de paralizar la línea de producción del Opel Corsa y trasladarla a un nuevo emplazamiento. Para el Coordinador General, Álvaro Sanz, es “absolutamente inaceptable porque se trata de un chantaje ante un proceso de negociación colectiva que la empresa no ha querido asumir ni en lo más básico”.

Parece ser que la multinacional automovilística ya ha trasladado esta decisión, que además va acompañada de una paralización de inversiones en la nave 1 de carrocerías, a las y los representantes sindicales de la planta de Figueruelas. Sanz anuncia que apoyamos a la plantilla y a los representantes sindicales y que secundaremos las movilizaciones que pudieran convocarse en rechazo a esta injusta situación “que responde a la lógica del capitalismo al que le ponen la alfombra roja”.

Además, exigimos al Gobierno de Aragón que “se moje” en defensa de los puestos de trabajo y de las empresas auxiliares, para que no sean las trabajadoras y trabajadoras quienes paguen el chantaje que supone el anuncio de PSA en el ámbito de la negociación.

“En unos momentos en los que parece que la economía empieza a mejorar, los salarios y las condiciones laborales también deberían hacerlo, pero sin embargo, vemos que, una vez más, los derechos de la clase trabajadora son ignorados si no siguen el dictado de la dirección empresarial”, denuncia Sanz, para recordar que “el Ejecutivo aragonés ha actuado con manga ancha durante años ante las actuaciones de la anterior dirección de la factoría y ahora es el momento de tornar la situación y defender a las y los trabajadores que ya pagaron la crisis de la compañía,  porque hacerlo es defender verdaderamente el interés general, y evitar que este tipo de prácticas empresariales se instalen en la Comunidad”.