De nuevo ese bolo en el estómago. De nuevo esa angustia ante una nueva notificación. De nuevo los nervios a flor de piel. De nuevo días de tensión, de tristeza y de rabia. De nuevo reactivar la desazón ante la incredulidad. De nuevo ese noqueo fugaz de dudar si es real. De nuevo ese eco del mensaje: ¡cuidado! no nos olvidamos de ti. Sí, tú, la que te creíste que podías salir a la calle a expresarte, la que entendías que cuestionar era un derecho, la que defiende la libertad de manifestación y se dedica a exigir justicia.

De nuevo algo tan viejo como la propia humanidad.

Una historia que se repite; para que no la olvidemos. Para no olvidar quién manda aquí. Para recordar cuál debe ser nuestro sitio en la historia de los pueblos. Para que sigamos en silencio. Para encerrarnos de por vida en el lado perdedor.

Para vivir siempre con miedo.

La gran Chimamanda Adichie dijo en una de sus conferencias: “La consecuencia de una historia única es que roba la dignidad de los pueblos”.

Y eso es lo que quieren, que haya una historia única en este país. Su historia. Hacernos creer que esa es la historia verdadera, la historia definitiva. La historia escrita y relatada por el poder. Una historia secuestrada y de palabras inventadas.

Quien se empeña en escribirla es un gobierno cuyo partido, y otras estructuras de poder aliadas, están implicados en procesos judiciales como:  Caso Andratx,  Caso Baltar, Caso Bárcenas, Caso Bon Sosec, Caso Brugal,  Caso Cooperación, Caso de la Ciudad del Golf, Caso del Lino, Caso Fabra, Caso facturas, Caso Faycán, Caso Gürtel, Caso Hügel, Caso Palma Arena, Caso Porto, Caso Rasputín, Caso Salmón, Caso Totem, Caso Troya, Caso Túnel de SóllerCaso Umbra, Caso Zamora.

Autores y autoras con estilográficas de oro y dueños de todas las editoriales.

Raquel Tenías, junto a miles de personas, recorrió pueblos y ciudades y se unió a más de un millón de mujeres y hombres en la capital del país para decir que la historia la iba a escribir el pueblo. Una historia en la que la DIGNIDAD es la única protagonista. Una historia en la que las cadenas son sustituidas por pan, las mordazas por techo y los suicidios por trabajo.

Raquel quiso ser parte de quiénes queremos escribir la historia de manera completa no como nos la quieren contar. Ser protagonista de sus capítulos. Participar de una historia con un final sin decidir, porque ese final será un continuará para las próximas generaciones. Un continuará que queremos que escriban personas libres, mujeres y hombres sin sufrimientos, sin hambre, con un techo donde cobijarse, con acierto y errores, con alegría y solidaridad. Raquel tiene otra historia que escribir, que es la mía también. Y la de mi gente. La de la gente que no robamos, ni saqueamos, ni corrompemos. La de las personas que no secuestramos la libertad del pueblo. La de las mujeres y hombres que no desvalijamos las arcas públicas para lucro particular. La de quienes queremos un futuro para nuestros hijos e hijas.

El próximo 25 de noviembre Raquel está citada a juicio. Después de dos años y medio de su detención se va a celebrar otro juicio de la vergüenza, otro juicio de la mentira, otro juicio del odio y de la opresión. Esta vez le ha tocado a ella y aún no sale del asombro de que haya impunidad para tratar así a un ser humano.

Raquel lleva dos años y medio viviendo una permanente tortura. Más de dos años hipotecando su vida y sus decisiones por una detención injusta que la criminaliza por reclamar pacíficamente que quiere un futuro más digno para su hijo.

Como ella misma ha expresado “sabía que el día llegaría y aun así me he quedado conmocionada y preocupada”. Pero sabe que también está acompañada, querida, apoyada y cuidada. Como hacemos siempre con nuestra gente.

Desde el grupo de apoyo #RaquelAbsolución vamos a seguir luchando junto a ella para que las protagonistas de nuestra historia seamos las miles y miles de personas que no reblamos ante el miedo, que no arrastramos cadenas, que exigimos justicia y que sólo conocemos una bandera: la de la dignidad. Porque eso es algo que se tiene o no se tiene, no se puede comprar con dinero ni vender a la mafia. Ese lujo sólo lo tienen algunas personas, Raquel Tenías es una de ellas.

Estoy muy orgullosa de Raquel, de ser su amiga, de su ejemplo. Estoy orgullosa de su entereza y determinación. Estoy orgullosa de su decencia intacta.

Raquel es una de las protagonistas de la historia, pero de la de verdad; esa historia en la que un pueblo vive y camina a pesar de sus gobiernos.

Continuará…

Os pedimos que nos acompañéis en esta resistencia a criminalizar la protesta.

Para seguir la historia de Raquel y las acciones de #RaquelAbsolución, puedes hacerlo a través de estos enlaces:

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Twitter:  @RaqlAbsolucion

Blog:  http://raquelabsolucion.blogspot.com.es/

Artículo de Paloma Lafuente