Las decisiones que están tomando las administraciones públicas con respecto a Teruel son incomprensibles. Van eliminando servicios uno a uno, sin otro criterio que ahorrar caiga quien caiga.

El primer aldabonazo fuerte fue la Residencia Luis Buñuel de la capital, acompañada por el albergue Rosa Bríos de Albarracín, y el campamento de Orihuela del Tremedal. Con mentiras, para eliminar lo que para el actual gobierno de Aragón es simplemente “un gasto”, se cerró la residencia Luis Buñuel.

Hace unas semanas, en una provincia como Teruel donde abundan los jubilados, se le ocurre al Gobierno de Aragón cerrar la Residencia Turia. De nuevo, importa poco el bienestar de las personas mayores, y sólo reducir lo que para ellos, de nuevo es sólo “un gasto”.

En una provincia como Teruel donde intentamos entre todos asentar el turismo, donde escasean las plazas hoteleras, nos llega una nueva noticia: El Gobierno, esta vez del Estado, cierra el Parador de Teruel y parcialmente también el de Alcañiz. De nuevo, “un gasto” que hay que reducir.

No parará ahí la cosa. Ya el gobierno de Aragón está diciendo que el tren que pasa por Teruel es poco rentable. ¿Será el nuevo anuncio?

Mi impresión es que estamos en un momento que tiene similitudes con aquél 1.999 en que nació Teruel Existe. Entonces notábamos y denunciábamos las carencias que tenía Teruel y que toda provincia merece. Hoy, sin haber llegado a alcanzar las metas de igualdad con el resto de ellas, nos están quitando lo poco que tenemos.

A pesar de que los representantes políticos que teníamos no eran muy combativos, para mí el origen del retraso de Teruel no estaba tanto en la escasa combatividad de esos representantes, cuanto en el sistema económico, que siempre ha mirado más la rentabilidad económica que la social.

Y si no han sido capaces de satisfacer las demandas turolenses en época de vacas gordas, en ésta, que es de vacas flacas, nos van quitando lo poco que tenemos.

La disyuntiva es, por tanto, si se deja hacer a este sistema económico, que concentra por su propia naturaleza en pocos lugares, personas, dinero, recursos, y por lo tanto servicios, o lo organizamos de modo que en todas las comarcas haya un mínimo de servicios, que iremos mejorando en función de que la economía lo permita. O dicho de otro modo, si permitimos que se deserticen las comarcas, o lo organizamos para que en todas ellas se pueda vivir de un modo digno.

¿Estarán queriendo que nos vayamos todos de Teruel, porque, en definitiva, sólo somos para ellos un gasto?

 

José María Martínez Marco, Concejal de IU en Teruel