El último punto de nuestro programa electoral para las elecciones municipales de 2011 decía:

“47º LUGARES PARA ANUNCIOS: Es un objetivo que compartimos, que las fachadas no deben ser ensuciadas con carteles ni con grafitis o dibujos. Pero no debemos quedarnos en la mera prohibición. Debemos ir a la causa que los provoca, que no es otra que la necesidad de comunicarse de personas que no tienen otro medio. PROPONEMOS que se construyan o habiliten estructuras que permitan difundir convocatorias, mensajes o comunicaciones escritas de cualquier tipo, repartidas por toda la ciudad.”

Hoy el Ayuntamiento recuerda a los ciudadanos la prohibición de pegar carteles sin autorización en elementos públicos y que la Ordenanza de Convivencia señala que debe hacerse sólo en los lugares habilitados al efecto por el Ayuntamiento. Está muy bien que el Equipo de Gobierno salga de vez en cuando a recordar estas cosas, pero desde Izquierda Unida también queremos recordar que en la ciudad de Teruel apenas existen estos lugares para pegar carteles a los que se refiere la Ordenanza. Tan sólo quedan algunos viejos paneles, como en la avenida de Zaragoza o en San Julián, instalados hace muchos años y que en la práctica no sirven para que los ciudadanos puedan colocar pequeños anuncios, pues son muy altos, y sólo se usan para pegar carteles de publicidad.

Queremos insistir en la necesidad de instalar pequeñas estructuras para el pegado de anuncios. Hay que facilitar la comunicación entre los ciudadanos, y no podemos restringirlo todo a los medios digitales. Una ciudad viva tiene anuncios por las calles, de lo contrario tal vez hablemos de un museo. Es por ello que si no queremos ver esos anuncios por las farolas, hay que dar alternativas.

La instalación de estos soportes debería ser en lugares de tránsito peatonal y acompañarse de unas normas, visibles allí mismo. Estas normas deberían ir encaminadas a que el uso se los soportes sea sólo para particulares y para iniciativas culturales y sociales, no para publicidad. Para ello se debería limitar el tamaño de los carteles y el modo de pegado, que siempre sería con cinta adhesiva y en ningún caso con cola. En la imagen podemos ver un ejemplo de las estructuras que usan en otras ciudades. Aunque se podría optar por otros tipos de soporte o incluso utilizar, de forma ordenada, una parte de las paradas de los autobuses.

panel

Pensamos que esta iniciativa, que tendría un coste muy bajo, beneficiaría a las relaciones entre los ciudadanos facilitando la comunicación. Es por ello que vamos a promover el debate en la próxima Comisión, para intentar que el Equipo de gobierno acompañe las prohibiciones y las advertencias de alternativas reales.