Izquierda Unida de Aragón muestra su preocupación por la futura puesta en marcha de la incineradora de biomasa de Monzón. El pasado 31 de agosto, el INAGA, ya con nuevo Gobierno de Aragón, procedió a formular declaración de impacto ambiental y autorización ambiental integrada al proyecto, lo que ha generado entre otras un recurso de Ecologistas en Acción y las manifestaciones de preocupación en la población que ha supuesto la puesta en marcha de una Plataforma Ciudadana contra la central de Biomasa.

Cabe destacar que la planta de incineración estará situada a menos de un kilómetro del casco urbano de Monzón, en el camino al Pinar de Salas. La evaluación de impacto ambiental reconoce que el impacto sobre la calidad del aire por las emisiones de la incineradora será importante. Además, a juicio de IU, el estudio de dispersión presentado tiene deficiencias, pues no contempla el efecto de las emisiones de partículas finas (PM 2,5) que se mezclarán con las emisiones de otras industrias y que en Monzón ya se encuentran con valores elevados consecuencia de la actividad industrial. Recientemente, en un estudio del CSIC, sobre partículas y fuentes de emisión, que ha determinado la calidad del aire de diversas poblaciones españolas, compara los niveles de PM10 y PM 2,5 (partículas en suspensión) en Monzón a los de ciudades como Madrid y Burgos.

El Coordinador Intercomarcal de IU en el Altoaragón, Miguel Aso, recuerda que en la pasada Legislatura, el 27 de noviembre de 2014, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente compareció en las Cortes a petición de IU para explicar la implantación de una central de biomasa de 49,5 MW, a ubicar en el término municipal de Monzón. Aso, que entonces era portavoz de Medio Ambiente por IU en las Cortes, señala que el grupo parlamentario socialista manifestó varias inquietudes en relación al proyecto, entre ellas la cercanía a la población y consecuentemente a ello los problemas derivados de molestias y de salud pública, el impacto paisajístico de una chimenea de 60 metros, así como el tráfico de camiones por el casco urbano, pues la caldera debiera ser alimentada con 50 toneladas a la hora de madera, más de 400.000 toneladas al año que en una parte importante pueden pasar por zona urbana. En aquella comparecencia, Aso mostró la preocupación de Izquierda Unida, además de por los argumentos dados por el Grupo Socialista, por cuestiones como la calidad del aire de la localidad, especialmente a las partículas PM 2,5 y ozono troposférico, por el modelo de planta de biomasa que es insostenible y alejada de lo que deben ser proyectos racionales de uso de la biomasa, por las necesidades de agua o por las afecciones de esta planta de biomasa a otros proyectos sostenibles a ubicar en Aragón o Monzón, dados los recursos propios actualmente disponibles y reconocidos por el Gobierno de Aragón.

Por su parte, la portavoz de IU en las Cortes de Aragón, Patricia Luquin, ha señalado que “nos encontramos con que el proyecto sigue adelante”, por ello IU formulará una pregunta oral ante el Pleno al nuevo consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, para conocer si su Gobierno considera que las prescripciones impuestas al proyecto por el INAGA en agosto de este año, ya con gobierno socialista van a minimizar los impactos que hace escasamente un año formularon diferentes grupos en sede parlamentaria y, consecuentemente a ello, piensa modificar los términos de la Declaración de Impacto Ambiental y Autorización Ambiental Integrada. Además, la portavoz de IU ha solicitado a Olona información detallada y relativa a las medidas que debería imponer la DGA para minimizar el tráfico de camiones y las medidas en relación a la mejora de calidad del aire en Monzón, en lo que respecta fundamentalmente a partículas en suspensión PM 2,5 y PM 10, así como al Ozono troposférico, que en ocasiones han dado problemas en este municipio. También, IU pregunta al Gobierno si habrá una mayor afección a la salud de las personas los días de niebla, ya que Monzón se ubica en una zona con muchos días de niebla al año, lo que hará que la dispersión de partículas sea escasa y afecte en mayor medida a la población, si considera que el impacto paisajístico es asumible, así como por las medidas a poner en marcha para minimizar el impacto del cultivo del eucalipto para evitar entre otras la acidificación de suelos.