Izquierda Unida pide al Gobierno de Aragón que, con la mayor brevedad posible, implemente un adecuado sistema de visitas públicas al Palacio de los Condes de Argillo de Morata de Jalón que permita a la ciudadanía acceder a este monumento.

Una reivindicación que el grupo parlamentario de IU Aragón trasladará a la Comisión de Educación y Cultura de las Cortes y que ha registrado tras la finalización de las obras de rehabilitación y posterior entrega de las mismas. Las obras realizadas, aunque no han rehabilitado todo el conjunto ya que faltan los sótanos, han costado más de millón y medio de euros y se han enmarcado dentro del “Plan de restitución territorial del embalse de Mularroya”.

A día de hoy el palacio continúa cerrado “sin motivo” y, por ello, reclamamos al Ejecutivo que “arbitre un sistema de visitas que, además de añadir este importante patrimonio cultural a los recursos turísticos de Morata de Jalón, permita, a la ciudadanía, visitarlo”, explica el portavoz de Educación de IU en las Cortes, Adolfo Barrena.

El palacio de los Condes de Argillo, propiedad del Gobierno de Aragón,  es el principal monumento de la localidad zaragozana de Morata de Jalón. Antonio Maestro, concejal de IU en este municipio, recuerda que la CHE ejecutó diferentes inversiones que han permitido recuperar la fachada principal del monumento con un lavado de masa que, al simular ladrillo, ha evitado tener que poner ladrillo cara vista, y convertir el ala derecha del mismo en la nueva sede del Ayuntamiento y está previsto que, en las plantas superiores, se habiliten espacios para acoger equipamientos y servicios públicos tales como el despacho de alcaldía y salón de plenos, los servicios administrativos, técnicos, archivo municipal, Juzgado de Paz y Servicio Social de Base. Además, en ese ala se ha recuperado la lonja como espacio en el que desarrollar actividades de todo tipo, tales como, culturales, exposiciones, actos públicos, etc.

Izquierda Unida, que muestra su satisfacción por la rehabilitación de la fachada de este edificio que es uno de los símbolos más destacado del arte barroco aragonés y declarado Monumento Nacional en 1983, reitera la necesidad de abrirlo al público y continuar trabajando en la mejora y mantenimiento del mismo.