El Gobierno de Aragón acaba de publicar la información técnica “Transferencia de resultados de la red de ensayos de maíz y girasol en Aragón. Campaña 2015” en la que se compara a efectos de producción y rendimiento variedades convencionales y transgénicas de maíz y de la que se desprende que el maíz transgénico no es más productivo que el no transgénico.

El resultado de estos estudios durante los últimos siete años puede ser uno de los factores que hayan producido una diminución del porcentaje de la superficie sembrada de maíz transgénico (variedad MON 810) frente al convencional. Un dato que para Izquierda Unida es importante, ya que puede significar que año a año el número de hectáreas dedicadas a los transgénicos disminuya en Aragón.

Para la portavoz de IU en las Cortes, Patricia Luquin, “este informe debería ayudarnos a hacer una profunda reflexión sobre el uso continuado de material transgénico en las explotaciones”. Los estudios técnicos revelan algo que diferentes sectores conservacionistas y profesionales agrarios, que luchan contra los transgénicos, vienen señalando desde hace tiempo, que no es otra cosa que los cultivos convencionales tienen similares o superiores rendimientos que los transgénicos, “por lo que no tiene sentido alguno seguir planteando una política de transgénicos en nuestra Comunidad, el territorio del Estado con más hectáreas dedicadas a este tipo de cultivos de dudosa seguridad para la salud humana y el medio ambiente”, señala Luquin.

La diputada denuncia que tanto PSOE, como PP y PAR, ha convertido a Aragón y a la ciudadanía aragonesa en cobayas del transgénico. Cabe recordar que tuvo en 2014 el doble de superficie de maíz transgénico que tenía en el año 2007, llegando en 2014 a las 54.000 hectáreas, lo que supone el 76% de la totalidad de la superficie dedicada al cultivo del maíz en Aragón y el 40% de toda la superficie de maíz transgénico de España.

“Hoy vemos sabemos que la superficie se ha reducido y ha pasado a las 42.612 hectáreas, un dato que nos indica que los agricultores empiezan a tener en cuenta que el cultivo de organismos modificados genéticamente no sale rentable, ni por la producción, ni por el riesgo para la salud y medio ambiente.

Por este motivo, IU ha solicitado al consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad que informe de las acciones a desarrollar desde su Departamento para que paulatinamente Aragón deje de ser un “infierno transgénico” y cada año haya menos hectáreas este tipo de cultivos.

Para IU, es una temeridad, dadas las muy diferentes afecciones de los transgénicos, que se sigan autorizando y mucho más vistos los diferentes estudios que señalan igualdad de rendimientos productivos entre convencionales y transgénicos.

En este sentido, Luquin reclama al Gobierno de Aragón que apueste por el activo agrario y se aleje de las multinacionales solo buscan con este tipo de cultivo aumentar descaradamente sus márgenes de beneficio así como ejercer el control sobre la alimentación y sobre un elemento fundamental para la actividad agraria, que no es otra cosa que el control de las semillas”.