Izquierda Unida se suma a las voces que exigen la dimisión del Delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, ante el asesinato de Soraya Gutiérrez a manos de su ex pareja ayer en el zaragozano barrio de Miralbueno. Para la formación política y social, este asesinato machista podría haberse evitado de haberse puesto en práctica las medias de protección adecuadas, porque, cabe destacar, la víctima denunció a principios de mes a su verdugo por detención ilegal y, tras el juicio, tenía una prohibición de comunicación y aproximación de 500 metros durante 4 años.

Nos produce “estupor” que el delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, justifique las medidas de protección tomadas basándose en los kilómetros que separan Valladolid, localidad de la que el asesino era vecino, de Zaragoza, asevera la portavoz de IU en las Cortes, Patricia Luquin, para advertir que en cuestión de violencia machista “no se debe dar nada por supuesto y se deben tomar todas las medidas necesarias para la completa seguridad de las víctimas de esta lacra social”.

Para Luquin, la única manera de acabar con las violencias machistas hacia la mujer es considerando su lucha como cuestión de Estado, ya que tienen que ver con nuestra sociedad patriarcal y con códigos sociales adquiridos en procesos de socialización y de educación. “Ayer condenamos el asesinato de Soraya pero ha terminado el tiempo de los minutos de silencio, porque es el momento de pasar a la acción, de tomarse esta lucha en serio para evitar sucesos como el ocurrido en Zaragoza y un buen paso sería aprobar una ley autonómica en esta materia”, concluye.