Álvaro Sanz participará en la manifestación de mañana en Zaragoza tras la tractorada que recorrerá gran parte del territorio aragonés para reivindicar una nueva PAC que apueste por quienes trabajan la tierra, cuidan el ganado y viven en los pueblos

Zaragoza, 9 de marzo de 2020.- Izquierda Unida se suma a las movilizaciones convocadas para mañana desde el sector agrario para reivindicar futuro para el modelo familiar y social frente a la agricultura economicista y especuladora.

“Desde Izquierda Unida queremos mostrar nuestro apoyo a las familias que están llevando sus reivindicaciones a la calle y entendemos que es el momento de invertir la tendencia de estas políticas liberalizadoras que han resultado ser nocivas para nuestro modelo de explotación familiar agraria, social, territorial y ambientalmente sostenible”, ha subrayado el coordinador de IU Aragón, Álvaro Sanz, que se sumará a las movilizaciones junto con una amplia delegación de la organización de izquierdas.


“Somos conscientes de que las primeras medidas del Gobierno sobre la regulación de la cadena alimentaria no son suficientes, pero hay que verlas como un primer paso que nos lleve a una nueva PAC que decididamente apueste por una agricultura con hombres y mujeres que trabajen la tierra, cuiden el ganado y vivan en los pueblos”, ha indicado Sanz.


“Además, tenemos que luchar por sacar a la agricultura de la libre competencia y de los acuerdos comerciales con terceros países, porque la producción agraria no es lo que está amenazado, es el modelo de explotación social y familiar el que peligra”, ha denunciado el portavoz de IU en las Cortes.

Tal y como señala el informe de COAG “La Uberización del Campo”, aunque las cifras digan que la producción final agraria aragonesa ha experimentado un aumento del 2,4% en 2019, si excluimos el sector del porcino que representa casi la mitad de la producción de la comunidad, el resultado es una pérdida del 8,6%.

En el conjunto del Estado la situación es también alarmante. El sector de frutas y hortalizas ha perdido en 10 años un 20% de los activos, mientras la superficie cultivada se ha incrementado en un 9%; se ha incrementado 15% la producción y mientras hay 80.000 explotaciones menos; aumenta el número de empresas y baja la mano de obra familiar frente a la asalariada y se abandonan tierras en amplias zonas desfavorecidas y el mercado de la tierra en otras zonas sufre una presión que la agricultura social y familiar no puede soportar.