“Aragón es la Comunidad Autónoma con más permisos de fracking”, informa el portavoz de Industria de IU en las Cortes, Luis Ángel Romero, tras conocer los datos aportados por una asociación ecologista.  Concretamente, Aragón cuenta con 14 solicitudes, de las cuales 8 ya tienen el permiso concedido, y las 6 restantes estarán a la espera de la oportuna resolución. “El total de hectáreas comprendidas entre las catorce solicitudes sobrepasan el medio millón, el 11 % del territorio aragonés, lo que da una idea de la magnitud del problema”, detalla Romero.

“Hemos conocido estos datos en medio de un debate social y político sobre la idoneidad de estas instalaciones por los peligros que representan para el medio natural y las personas, así como las moratorias y prohibiciones que sobre esta actividad se están imponiendo en otras Administraciones públicas españolas, como es el caso de la Comunidad Autónoma de Cantabria, o en algunos Estados de la UE como Francia o Países Bajos”, explica.

Para Romero, apostar por la fractura hidráulica, el fracking, como técnica que trata de alargar la agonía de un modelo basado en los recursos naturales limitados es un error que no debemos cometer”. “La fractura hidráulica, -continua- es un auténtico peligro que amenaza recursos fundamentales como el aire, la tierra o el agua” y advierte que “la explotación de gas a través de esta técnica, no solo implica una presión insostenible para éstos recursos, sino que supone a la vez mantener un modelo que nos conduce al abismo”.

Estos son los principales motivos por los que el grupo parlamentario de IU registró ayer una interpelación que Romero formulará al consejero de Industria e Innovación, Arturo Aliaga, en el Pleno de las Cortes. “Es necesario que Aliaga nos informe a todos los grupos parlamentarios sobre la política general de su Gobierno en materia de extracción energética en la Comunidad de Aragón, con especial atención a las técnicas del fracking, porque ahora tenemos un mayor conocimiento sobre los riesgos y consecuencias de la fractura hidráulica, que cuando comenzó a sonar esta palabra hará algo más de un año”, afirma el diputado de IU.

“Desde entonces –apunta- han ido apareciendo cada vez más informes y estudios científicos que ponen en entredicho la viabilidad de esta técnica, saliendo a la luz también casos reales que muestran hasta que punto se extienden las repercusiones entre las personas y el entorno”. “En cuanto al tratamiento de los residuos que genera este tipo de extracción de gas, tampoco conocemos cómo se va a actuar, cuando sabemos que lo frecuente es almacenarlo en balsas y el contenido químico del producto utilizado se ha demostrado que contiene elementos contaminantes y cancerígenos”, dice Romero para concluir instando al responsable de Industria del Gobierno de Aragón “que aclare las dudas e informe detalladamente de todo esto”.

Batería de preguntas a Medio Ambiente

Además de la interpelar a Aliaga, IU solicitado al departamento aragonés de Medio Ambiente el número de licencias autorizadas por la DGA para extracción energética a través de fracking, con información detallada de sus condiciones, tramitación de expedientes, entidades o empresas beneficiarias y localización, así como los permisos para estudios o prospecciones. Además, el portavoz de Medio Ambiente de IU en las Cortes, Miguel Aso, ha formulado una batería de preguntas al consejero del ramo, Modesto Lobón, sobre los riesgos que puede tener esta actividad para la posible contaminación de acuíferos subterráneos y la consiguiente afección sobre la fauna y flora e incluso sobre las personas y si la metodología utilizada reúne las oportunas garantías medioambientales para poder ser desarrollado en Aragón y qué prescripciones técnicas se van a establecer para gestionar eficazmente los residuos líquidos o sólidos que se pudieran generar en la extracción de gas por este sistema. “¿Serían almacenados en balsas o gestionados por gestores autorizados y donde serían gestionados?, se pregunta Aso, que también ha reclamado a Lobón información detallada de los productos y sustancias concretos y los riesgos que las mismas puedan tener para la salud y el medio ambiente en caso de comenzarse a producir extracciones por fracking.