Ante el incremento de rescates motivados por imprudencias en la práctica de actividades de montaña, Adolfo Barrena, coordinador general de IU Aragón, vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de federarse o de que las empresas de deportes de aventura incluyan el seguro de accidentes en el precio

“Es inadmisible que las imprudencias de algunos y algunas en sus actividades privadas las tengamos que pagar con el dinero público”. De este modo, el coordinador general de IU Aragón, Adolfo Barrena, ha vuelto a hacer un llamamiento sobre la necesidad de implantar una tasa que grave los rescates de montaña.

La propuesta es que “toda aquella persona que realice por su cuenta deportes de montaña o deportes de aventura se federe para así abonar el correspondiente seguro de accidentes”, según indica Barrena. “En caso de realizar las actividades a través de empresas de aventura o guías profesionales -añade-, siempre se debería incluir en el precio una cuota para pagar el seguro, al igual que sucede con el precio de los forfaits”.

“Durante las últimas semanas hemos comprobado como se han tenido que efectuar numerosos rescates por la irresponsabilidad de personas que se lanzan a la montaña sin tener en cuenta medidas de seguridad muy básicas”, apunta Barrena.

Reconociendo que hay algunos accidentes que son ineludibles en la práctica deportiva, Barrena señala que “quien sufra un accidente que podría haber sido evitado tomando las precauciones necesarias, debe pagar el coste íntegro del rescate”. En este sentido, el portavoz del grupo parlamentario de IU en las Cortes recuerda que “una hora de helicóptero cuesta unos 3.800 €, sin contar el sueldo del piloto, sanitarios, etc.”.

Una propuesta de 2009

Izquierda Unida ya planteó la implantación de esta tasa en las iniciativas para elaborar la Ley de Medidas Tributarias de 2010. “Dado que el problema sigue vigente, e incluso se ha incrementado, consideramos más que oportuno el volver a plantear esta medida”, destaca Barrena. El planteamiento de IU es que se cobre siempre que los rescates se hagan en «zonas señaladas como peligrosas», si las personas rescatadas «no llevan equipación adecuada para la actividad» o cuando no existan «motivos objetivos justificables» por la persona que ha solicitado el servicio.