Es hacia el lado oscuro de la humanidad hacia la que se dirige Europa. Sin remedio. Con el beneplácito y el empujón de nuestros líderes europeos. Ellos, que velan por nuestros intereses y por el interés general, especialmente el bancario. Ellos que deciden quién está a este lado de la valla y quién no, cuál es su longitud, cuántas concertinas debe de tener, cuantos gases disuasorios hay que administrar si los del otro lado se inquietan. No importa su edad, ni su circunstancia, si se alborotan, si se desesperan, hay que actuar con contundencia. Contentos deben de estar de que les hayan puesto unas tiendas de campaña impermeables, más frío pasaban en su país de origen. Seguro. Y más hambre. Y más miedo. Por lo menos aquí no tienen bombas, ni terror terrorista. Tienen tan solo una alambrada sin importancia. Que de vez en cuando se abre y, con suerte, te toca entrar en el Europaraíso. Nuestros líderes deciden cuántos, cómo y a dónde. Que encima de querer entrar, estos africanos quieren decidir a donde ir. Quieren ir a Suecia o a Alemania, por ejemplo, porque conocen el idioma, porque tienen familia allí, porque piensan que tienen más posibilidades, más ayudas sociales quizá. Más futuro. Encima con exigencias. Cómo van ellos, nuestros líderes, a poder cumplir su plan de ayuda a los refugiados! Si es que no se puede con tanta exigencia…..Menos mal que se han juntado a pensar y han encontrado la solución: Turquía, que por un módico precio recogerá lo que a la Gran Europa le molesta. ¿Quién dijo ilegalidad? Ellos, nuestros líderes solo velan por nuestros intereses, los del primer mundo, los de la banca, los suyos. Ellos hacen las leyes,…y se las saltan. Y nosotros a lo nuestro, mirando hacia el lado oscuro, sin querer ver.

Rosa Magallon. Utebo IU-Unidad Popular