Con esta posibilidad, que se puede dar, de una coalición de izquierdas, para el caso (parece que así será) de que haya nuevas elecciones se está produciendo un apasionado debate.
Hay una gran mayoría social, sobre todo y especialmente quienes sufren los mordiscos del neoliberalismo, que espera, y reclama, ese frente amplio social y político de izquierdas. Lo entiendo perfectamente, es la única posibilidad de que las cosas cambien.
Hay preocupación, seria preocupación, en el sistema y en los partidos que sustentan el régimen. Lo entiendo. Saben que esta coalición llevaría un potente grupo al Congreso con capacidad de influir.
Hay preocupación, seria a lo que se ve, en algunas, poquitas y cada vez menos, gentes que, siendo de izquierdas, se oponen. Esto no lo entiendo. Me lo expliquen, si son capaces. Argumentan que esa coalición, en la que entrase Podemos, significa el fin de izquierda unida, su desaparición, su disolución.
Lean bien el diccionario. Coalición:“unión entre dos o más partidos”. Unión, no disolución de uno en otro, ni engullimiento, ni nada parecido.
Por otra parte, háganme también el favor, lean, o recuerden, lo que por amplísima mayoría hemos aprobado: “Izquierda Unida, en todo caso, se presentará a las nuevas elecciones generales si las hubiera. Se compromete a hacerlo desde la búsqueda clara de la convergencia con el resto de actores que asuman el compromiso de un programa rupturista y alternativo como el que tiene IU-UP*. Se compromete con un proceso de convergencia en el que se respeten las identidades de cada cual. Es ese el interés que tenemos desde el convencimiento de que es la mejor alternativa para las clases populares, para los trabajadores y trabajadoras”.
Pues eso. Que si hay nuevas elecciones vamos a intentar dejar de mirarnos el ombligo y vamos a ver si somos capaces de presentar unfrente unitario de izquierdas.