Hemos trasladado a nuestro grupo en el Congreso de los Diputados una batería de preguntas relativas a la situación actual de la variante norte de la carretera N-330 a su paso por Jaca y sobre el proyecto de unión de la A-21 con la A-23 en el citado término municipal, proyectado inicialmente para esa misma zona de la ciudad.

Cabe recordar que en el barrio del norte de Jaca, a finales de los años 90 y primeros años del 2000, se finalizaron diversas obras de urbanización de viales y construcción de viviendas unifamiliares, alguna de las cuales se encuentra a escasos 20 metros de la actual variante de la ciudad sin más protección que un simple guardarraíl. Además, la  variante está en una cota superior a los viales y a la entrada de las viviendas, lo que ocasiona junto a importantes problemas de contaminación acústica, posible afecciones a la seguridad de los  bienes y los residentes como consecuencia del intenso paso de vehículos, incluido camiones de los muchos que ahí circulan dirección a Francia o de entrada a España.

El Coordinador en el Altoaragón, Miguel Aso, señala que una parte importante de los vecinos y vecinas de Jaca se encuentran reivindicando que se solucionen los problemas anteriormente descritos de la actual variante y que no transcurra por el norte del municipio la unión de la A-21 con la A-23, “porque conllevaría afecciones a la orografía y a la ciudadanía, al futuro desarrollo de Jaca en esa dirección, tendría un impacto importante tanto en la huerta de Jaca como sobre el Camino de Santiago y además, entienden que hay alternativas con una menor afección a la ciudad y a los vecinos y vecinas”.

Aso, que mantuvo un encuentro con vecinos de la localidad, destaca que las movilizaciones no se han quedado solo en protesta, sino que han dado lugar a realizar una propuesta seria de cambio de trazado de la autovía cuyas afecciones mayor problema pudiera ser un posible retraso de obras y cuya ventaja sería una menor impacto ambiental, ciudadano y de ordenación territorial para Jaca.

Por su parte, la Coordinadora local en Jaca, Conchi Acín, explica que se ha solicitado información a Fomento, entre otras cosas, porque la construcción de la variante que une la A-21 con la A-23 “no cuenta con el respaldo ciudadano y debe ser sometida a la máxima transparencia y participación, pues creemos que este debate debe abrirse antes de comenzar cualquier actuación”.

Ante esta situación, preguntamos al Gobierno central si considera que la actual N-123 a su paso por el barrio Norte de Jaca es en la actualidad segura y sin afecciones significativas al ruido para los residentes y le pide que informe si va a adoptar medidas para mejorar la seguridad ciudadana y reducir afecciones al ruido, tal como pueden ser la colocación de pantallas mediante muros prefabricados.

Por último, en relación a las propuestas de cambio de trazado de la unión de la A-21 con la A-23, Izquierda Unida pregunta al Gobierno si el proyecto actual es la mejor alternativa para la ciudad y sus residentes, el patrimonio, el medio natural y el futuro desarrollo urbanístico de Jaca hacia el norte y si piensa estudiar, tal y como se ha solicitado, una alternativa por el sur.

Sobre este último punto, defendemos esta propuesta porque “como se ha dicho, contempla menores afecciones a la ciudad, a sus residentes, así como plantea menores afecciones al paisaje, a los cultivos, y al patrimonio”.