IU Aragón comienza mañana, 26 de julio, su nueva campaña de movilización social. En concreto, Izquierda Unida hace un “Llamamiento para una rebelión democrática” y para ello ha convocado un acto público en Zaragoza (20.30 h, en la plaza del Pilar, frente a la Delegación del Gobierno) y ha organizado mesas informativas y de recogida de firmas en Ejea, Ateca, Calatayud, Biel, Mesones de Isuela, Morata de Jalón, Tarazona, Alagón, Torres de Berrellén, Tauste, Utebo, Huesca, Teruel, Alcañiz, Andorra, La Puebla de Híjar y Alcorisa.

El Coordinador General de IU Aragón, Adolfo Barrena, informa que la campaña, de carácter nacional, será sostenida en el tiempo, puesto que persigue, “la concienciación ciudadana, derrotar al Gobierno y sus políticas que tanto «sufrimiento» están causando y forzar la convocatoria de un referéndum sobre sus medidas de duros recortes sociales”. A su entender, “las medidas que ha adoptado son ilegítimas, porque cuando Rajoy se presentó a las elecciones anunció un programa totalmente diferente al que se ha materializado”.

Por ese motivo, IU  exige la convocatoria inmediata de un referéndum con el fin de que las y los ciudadanos, “avalen o no avalen los recortes sociales que se han planteado por parte del Gobierno central, así como otra serie de medidas que van a tener un gravísimo impacto sobre la economía del país, como por ejemplo, la subida indiscriminada del IVA, que grava a todas las rentas, independientemente de su capacidad económica”.

Barrena sostiene que la ciudadanía “no ha votado al PP para que le recorte, porque no se presentaron con ese programa”, motivo por el que considera necesario el referéndum, en el que llama a participar a la sociedad independientemente de su adscripción ideológica”. El Coordinador de IU Aragón señala que “no sólo hay recortes sociales, económicos y laborales, sino que también hay un recorte profundo en libertades y en materia democrática”. “Esta rebelión tiene que servir para parar los recortes, derrotar la lógica de la estabilidad presupuestaria y acabar con la idea de que el déficit y la deuda están por encima del bienestar de las personas y de los derechos democráticos”, concluye.