La XII Asamblea de Izquierda Unida de Aragón, celebrada este fin de semana, aprobó por unanimidad de sus 178 delegados y delegadas, la siguiente resolución:

“IU Aragón reitera la exigencia de un ferrocarril digno que comunique Teruel con Sagunto y Zaragoza, y hace un llamamiento a participar en la jornada reivindicativa convocada el próximo uno de abril para reclamar el eje Cantábrico – Mediterráneo. Izquierda Unida de Aragón se compromete a seguir defendiendo el ferrocarril convencional y público como medio de comunicación necesario para la vertebración territorial, frente al modelo de negocio desequilibrador del AVE”.

El recién elegido Coordinador de IU Aragón, Álvaro Sanz, recordó en su discurso que la defensa del medio rural, en base al principio de igualdad para el acceso a los servicios, seguirá siendo una prioridad en la acción política de Izquierda Unida. Sanz ya defendió diversas iniciativas en esta línea y para la lucha contra la despoblación en la legislatura pasada como diputado en el Congreso.

En las últimas semanas, mientras las limitaciones en la línea de Teruel siguen en aumento y las mercancías que por lógica geográfica deberían pasar por aquí se derivan ya por Tarragona, hemos visto como los únicos corredores ferroviarios que preocupan al Gobierno son el Central y el Mediterráneo.

El caso de nuestra línea de ferrocarril es un claro ejemplo de la farsa democrática que sufrimos. Por un lado las instituciones llevan años amontonando titulares en prensa sobre su preocupación por el desequilibrio territorial de España. Los partidos aburrimos a la opinión pública haciendo propuestas para pedir que todas las personas tengan los mismos derechos, vivan donde vivan. Por otro, las grandes inversiones del Estado siguen estrictamente el camino marcado por los intereses económicos, que tienen muy claro que prefieren que en España la población se concentre en determinadas zonas.

Es posible que el proyecto del Cantábrico – Mediterráneo sólo fuera un cuento para entretener a los pocos turolenses protestones durante unos años y que, como mucho, la mejor de las intenciones del Gobierno Central para el ferrocarril de Teruel sea dejarlo en un tren poco más que turístico, si no fantasma. Por todo esto, desde Izquierda Unida creemos que es necesario seguir saliendo a la calle a exigir que las inversiones en la línea Sagunto – Teruel – Zaragoza empiecen ya, a exigir, en definitiva, que no nos tomen el pelo.