El diccionario de la Real Academia de la Lengua define “mentir” como decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa; y define “cinismo” como desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables. Impudencia, obscenidad descarada.

Pues bien, volvemos a la revista municipal del mes de agosto en la que como de costumbre se entrevista al Alcalde Beamonte, dónde afirma que “hemos reducido la deuda que se generó en tres décadas a la mitad en sólo cinco años, de 17,5 millones a 8,5…”; para empezar las cifras no son ciertas y él lo sabe, y continuando, utiliza mal los tiempos verbales, intencionadamente claro.

La desorbitada deuda municipal, en ningún ejercicio ha superado los 13,8 millones de € (ahí están los documentos de los interventores para comprobarlo). Él entró de Alcalde (que no de concejal, que ya lo era y no dijo nada) con 13,8 millones de euros en 2007, y el mes pasado, en el Plan Económico Financiero que él aprobó se reconocía una situación de la deuda del 112% de los recursos ordinarios, con un importe de 10,43 millones en diciembre pasado y una previsión de 8,55 al final de este ejercicio. ¿nos damos cuenta del matiz en los tiempos verbales? Ya ha abandonado sus típicos “verá como…”, “se conseguirá…”, “nos encontraremos…” por “ya lo hemos hecho”: pues no, hoy no está la deuda en esos números. Aunque sí es cierto que la deuda se ha reducido, y como siempre no se dice toda la verdad.

En primer lugar hay que aclarar que, en gran medida, se reduce la deuda, por la pérdida de patrimonio, la nave industrial de NMF valorada en más de 2 millones, como consecuencia de la dación en pago al Gobierno de Aragón, luego reducida la deuda sí, pérdida de patrimonio, también.

Y en segundo lugar, hace ya unos años que la deudocracía que se nos impone, ha legislado de modo que se está impidiendo a los ayuntamientos a acudir a más préstamos, incluso se reduce sueldos y se obliga a amortizar deuda con ello, o se llega a modificar la Constitución Española para anteponer el pago de la deuda financiera a cualquier otra obligación en prestación de servicios, sueldos, etc. Consecuencia inmediata: la situación financiera del Ayuntamiento de Tarazona no permite desde hace varios años acudir a más crédito.

¿A qué nos conduce esto?, pues se puede explicar con un ejemplo muy sencillo, que a muchos le puede resultar conocido. Una familia, que en el 2008 trabajaban dos personas (y metían alguna horilla extra) contaban con unos recursos corrientes para vivir de manera holgada, el mercado inmobiliario y financiero les permitió comprar un piso, un garaje e incluso un coche, para lo que les concedieron una hipoteca y un crédito, que pagaban sin ningún quebranto, ya que les quedaba para el día a día un 50% de sus ingresos, además se permitían “algún caprichillo”.

Resulta que tras la crisis, uno se ha quedado en paro, al otro le amenazan con ERE o le quitan la paga extra, por lo tanto los ingresos han bajado un 40%; el banco les obliga a seguir pagando la hipoteca (cosa que hacen cada mes) y el crédito del coche lo terminan de pagar este año. El gobierno sube el IVA y el IRPF, deja de subvencionar los libros y el comedor escolar de los niños, los alimentos han subido, la luz y la calefacción se ha incrementado un 80%, la gasolina… Definitivamente ¿Cuál es la situación económica actual de esta familia? ¿dramática no?.

En resumen, sí, el Ayuntamiento no puede dejar de pagar al banco, no puede endeudarse más, ha malgastado los últimos años, los recursos son menores y los gastos continúan subiendo… ¿cómo es su situación económica?