La Fundación Catorce de Abril, en colaboración con Izquierda Unida de Aragón, rinde un homenaje a los republicanos y republicanas con motivo del 82 aniversario de proclamación de la II República española, que se conmemora este domingo, 14 de abril.

La Fundación ha organizado una cena republicana, mañana sábado 13 de abril, a las 21.30 h, en el restaurante El Molino de San Lázaro (c/ Cecilio Navarro, Zaragoza)  en la que su presidente, Adolfo Barrena, hará entrega del Premio Catorce de Abril 2013 a los valores republicanos a la historiadora altoaragonesa Irene Abad.

Para Barrena, “Irene Abad nos ha permitido conocer, gracias a su trabajo, las experiencias vitales de personas fundamentales en la Historia de nuestro país que, en su día a día, supieron enfrentarse a la Dictadura y lucharon representan los valores colectivos por la justicia, la solidaridad y el compromiso social con las y los trabajadores.” “Valores –continua- que, en un momento como el actual en el que los derechos de la ciudadanía están siendo arrebatados por las políticas aplicadas por el Gobierno de Rajoy, cobran todavía más importancia”.

“Además, esta joven historiadora se ha centrado, especialmente, en las mujeres, las más discriminadas, las más anónimas, las que sufrieron las represalias por defender unas ideas que las reivindicaban como ciudadanas”, señala Barrena para denunciar que “las políticas, reformas y recortes que el Gobierno del PP está aplicando dejan sin derechos a las mujeres trabajadoras, en general, pero todavía más a las que tienen trabajo a tiempo parcial, trabajo temporal, o aquellas que tienen responsabilidades familiares”.

En su opinión, “entelequias, como la del mercado, sirven de excusa para que el Gobierno del PP adopte decisiones perjudiciales para la mayoría: reforma de las pensiones, reforma laboral, mantenimiento de privilegios fiscales y económicos a determinados colectivos mientras se recorta en servicios públicos esenciales y un largo etcétera que nos abocan a un modelo social escasamente democrático, sostenido en la desigualdad y la explotación que sobre la inmensa mayoría ejercen unos pocos”.

Por ello, “la República se configura como una oportunidad de transformación social, de construcción desde abajo de una nueva sociedad en la que la soberanía resida efectiva y realmente en la ciudadanía y que se funde en el reconocimiento auténtico de los Derechos Humanos como elemento central y nuclear de su acción política, económica y social”.