El portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Zaragoza defenderá en el próximo pleno una moción exigiendo el pago de la contribución a la Iglesia católica, que sumado al ICIO alcanzaría los dos millones de euros, reclamando “solidaridad y justicia en tiempos de crisis”

“Zaragoza condona a la Iglesia Católica, cada año, alrededor de dos millones de euros al eximirle del pago del IBI y del ICIO”. El portavoz del grupo municipal de IU en el Consistorio zaragozano, José Manuel Alonso, anuncia así la presentación de una moción para reclamar el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles y el Impuesto de Construcciones y Obras a la Iglesia Católica en la capital aragonesa.

“Desde Izquierda Unida creemos que la salida a la crisis, o por lo menos mitigar sus efectos, pasa por la vía de unos ingresos por la vía fiscal equitativos y progresivos”, valora Alonso. “Se está exigiendo a los ciudadanos un mayor esfuerzo y –continúa-, la Iglesia Católica, al ser una de las entidades con mayor patrimonio de la ciudad, tiene la posibilidad y el deber moral de arrimar el hombro en tiempos difíciles”. “En definitiva –resume- queremos que la Iglesia salga del club de los amnistiados fiscales”.

“No es momento de pecar por avaricia, sino de ejercer el deber cristiano de la solidaridad, y en tiempos de crisis es fundamental que los que más tienen más aporten para favorecer la redistribución de la riqueza y garantizar unos servicios sociales dignos”, incide Alonso.

La Comisión Europea respalda el cobro del ICIO

La exención fiscal de la Iglesia Católica surge del acuerdo con el Vaticano de 1979 en los impuestos reales sobre renta y patrimonio entre los que se encuentra el IBI y el ICIO de los viernes afectados a culto.

El ICIO se incluyó después entre las exenciones con una orden ministerial de 2001 y se extendió la exención, pero ésta fue tumbada por el eurodiputado de IU Willy Meyer y por la Comisión Europea por “atentar a la libre competencia porque se exime a las obras relacionadas con actividades económicas en las que la iglesia actúa como empresa y ella no paga y las demás empresas sí”, recuerda Alonso.

Las preguntas de Willy Meyer, formuladas en el año 2006, 2007, 2008 y en abril de 2009 le dieron la razón con respecto al ICIO pidiendo al Gobierno español que cambiara la normativa y cobrara el Impuesto de Construcciones y Obras.