El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza critica el fondo y las formas de las declaraciones realizadas por Íñigo de la Serna (alcalde de Santander), como presidente de la FEMP, apoyando la elección directa de los alcaldes. IU Zaragoza defenderá una moción en Pleno en contra de esta propuesta.
Zaragoza, 18 de julio de 2014.-El portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida y también vicepresidente de la Comisión de Transporte de la FEMP, José Manuel Alonso, ha criticado duramente las declaraciones de Íñigo de la Serna (presidente de la Federación Estatal de Municipios y Provincias y alcalde de Santander) en relación a la propuesta del PP de la elección directa de los alcaldes.
Alonso, que defenderá una moción al respecto en el próximo pleno de Zaragoza, ha reiterado la postura de Izquierda Unida en relación a “esta cacicada y pucherazo del siglo XXI”. En primer lugar por el fondo. “Que el Alcalde sea el representante de la lista más votada sin que esta tenga mayoría no otorga en sí mismo mayor gobernabilidad, salvo que la intención sea que la elección directa del Alcalde lleva aparejada la atribución directa de un cupo extra de Concejales suficientes para lograr la mayoría absoluta”, advierte Alonso. “Este sistema, propuesto por un PP con pavor a perder las alcaldías –añade-, excluye cualquier capacidad de control democrático a los gobiernos así conformados, hace de ellos gobiernos autocráticos, sin concesiones a censuras, y reduce la crítica y el control de sus actuaciones a una cuestión sin eficacia, meramente nominativa”.
Pero, sobre todo, Alonso critica la actuación de De la Serna “por las formas, por la instrumentalización de la FEMP, al igual que hizo Luisa Fernanda Rudi en el Debate del Estado de la Comunidad, confundiendo su papel como dirigentes políticos del PP con el de representantes de una institución que engloba muchas más sensibilidades políticas más allá de la suya”, señala Alonso.
“La ciudadanía no es tonta, y se da cuenta de que el PP quiere cambiar las reglas del juego a mitad de partido para perpetuar el turnismo y el bipartidismo disfrazándolo de regeneración democrática”, concluye, anticipando que “ni la sociedad ni los partidos que de verdad nos creemos la radicalidad democrática se lo vamos a permitir”.