Esta mañana en el Teatro Romano de Zaragoza hemos presentado nuestro programa para las elecciones autonómicas de este 26 de mayo estructurado en siete ejes: Un Aragón productivo, avanzado, sostenible y con empleo; un Aragón democrático; un Aragón con servicios públicos de calidad; un Aragón sostenible; un Aragón feminista; un Aragón para jóvenes; un Aragón para que vuelvan los que se han ido y con derechos para los que llegan y un Aragón de paz y solidaridad, comprometido con el desarrollo humano y ambiental.

“Nuestro programa electoral -ha explicado el candidato a la presidencia del Gobierno de Aragón, Álvaro Sanz-  está hecho con muchas manos, trabajado desde la realidad y pegado a la gente  y lo que propone  es un Aragón distinto, porque el 26 de mayo nos jugamos algo más que unos escaños, nos jugamos un modelo de sociedad”. Por ello, el objetivo es impulsar una sociedad distinta, alternativa, que no se deje a nadie atrás.

Cabe destacar que la presentación del programa electoral “es el día más importante de la campaña porque es el compromiso que asumimos con la sociedad y que cumplimos”

Apostamos por un programa comprometido y de la gente en el que se establezca lo público como motor, “porque las políticas que se desarrollen desde las administraciones públicas deben y pueden asumir las responsabilidades y garantizar la calidad de vida”, ha apuntado Sanz.

Para la candidata a las Cortes por Zaragoza, Marga Deya, “nuestro programa es un contrato blindado con la ciudadanía porque los votos no son cheques en blanco”.

El programa con el que nos presentamos a las elecciones autonómicas visualiza un modelo alternativo de sociedad y cómo llegar a ello.

“Es nuestra prioridad que lo público sea el motor que revierta privatizaciones y controle estrictamente las externalizaciones, que impulse un modelo productivo centrado en necesidades y aliado con PYMEs y ESS, que frente a las grandes corporaciones, se asientan en el territorio”, ha explicado en rueda de prensa la candidata para señalar como “fundamental frenar la despoblación y primar la rentabilidad social por encima de la rentabilidad económica”. 

El programa es feminista y para conseguirlo queremos que se «transversalice el género en todas las actuaciones, así como impulsar una ley contra la brecha salarial, ampliar la atención a todas las violencias machistas, poer el cuidado y la sostenibilidad en el centro”, ha apuntado Deya.

En materia de medidas sociales, defendemos un aumento del parque público de viviendas de alquiler, un ingreso garantizado que permita vivir a la gente con dignidad o un modelo de atención a la dependencia centrado en los servicios y no en las prestaciones.
Todo ello financiado con “una fiscalidad progresiva y un control racional de los gastos a través de la trazabilidad y de la valoración del impacto de las actuaciones”, según ha explicado Deya, que también ha recordado la oposición de IU a medidas como “el límite del 3% de déficit”.

“Defendemos lo publico y en este sentido tenemos un compromiso claro con la lucha contra la corrupción. La denostación del sistema publico a través de la corrupción ha sido la estrategia para favorecer las privatizaciones. Y recuperar la confianza en lo publico va de la mano con la lucha contra la corrupción, paso básico porque lo publico es lo único que garantiza la no discriminación”, ha concluido.

SUPERAR EL MODELO FRÁGIL DE LAMBÁN

Aragón necesita empleo estable y de calidad y una nueva economía que sitúe la sostenibilidad y la investigación como “eje fundamental”.

Somos la la alternativa clara al modelo frágil de Lambán que ha llevado a alcanzar en Aragón unos límites preocupantes de desigualdad.

“Los salarios son precarios y eso no se va a superar con un modelo impulsado por el Gobierno de Lambán con su apuesta por sectores contrarios al sentido común, a la calidad en el empleo y la sostenibilidad ambiental”, ha criticado Sanz, esto último en alusión a la “agricultura sin agricultores o la ganadería sin ganaderos, que ha impulsado el Gobierno de Aragón durante esta legislatura, así como el proyecto TorreVillage o la aberración que supone la unión de estaciones de esquí, proyecto que lleva aparejado el desarrollo urbanístico y depredador de recursos naturales que nos llevó a la crisis”.