Una vez más, y lo viene haciendo reiterada y sistemáticamente a lo largo de toda la Legislatura, Izquierda Unida denuncia la falta de planificación de equipamientos educativos que obliga al Departamento de Educación a poner barracones en colegios e institutos, como es el caso de La Azucarera, Pilar Lorengar, Río Gállego (en la Margen Izquierda) y Torre de los Espejos (Utebo).

La instalación de barracones en estos institutos es la respuesta que da la consejera Serrat a la falta de equipamientos y a la reivindicación de las familias que han demostrado su oposición a que los niños y niñas salieran de su barrio.

“No hay que negar la evidencia de falta de equipamientos, ni puede aceptarse esta solución temporal, ya que lo urgente y necesario es un plan equilibrado de equipamientos educativos suficientes que garanticen la equidad y la igualdad en el acceso a la educación pública de calidad y evite los problemas que causa el desplazamiento diario de escolares”, señala el portavoz de IU de Educación, Adolfo Barrena

En su opinión, “la decisión de instalar barracones, tomada de manera urgente ante la movilización ciudadana, demuestra, por otra parte, la falta de sensibilidad hacia las familias a quienes, habiendo una solución temporal como se ha demostrado, se les ha generado una tremenda inquietud al decidir, sin consenso ni comunicación, cambiar los criterios de adscripción de los centros de primaria a los institutos”.

En este sentido, el diputado y Coordinador general de IU Aragón reitera que su formación política mantendrá, junto a las familias y a la ciudadanía, la exigencia de plazas escolares públicas suficientes en los barrios y acompañará todas y cada una de las movilizaciones que, en defensa de la escuela pública, laica, gratuita y de calidad se propongan. Mientras tanto, hoy, reclamamos a la consejera Serrat que asuma la responsabilidad política de su nefasta gestión y reconozca los perjuicios que su política ha causado a las familias, a la calidad del servicio público educativo y a la escuela pública en general y, al menos, se despida reconociendo su fracaso”, concluye Barrena.