Nos sumamos a los actos convocados con motivo del Día Internacional de la Mujer y hacemos un llamamiento a la ciudadanía a participar de forma masiva en los actos y manifestaciones organizadas.

En primer lugar, como miembro de la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza, nos sumamos al paro mundial de mujeres. En Zaragoza se ha convocado en la plaza de España esta noche a las 23.30 h. Un acto convocado contra todas las agresiones y desigualdades que están sufriendo todas las mujeres a lo largo y ancho del planeta. Mañana, 8 de marzo, participaremos en los actos reivindicativos por el Día Internacional de las Mujeres convocados en Aragón como la manifestación organizada en Zaragoza, que partirá a las 19.00 h, de la Glorieta Sasera bajo el lema “Doblemente precarias, doblemente revolucionarias”.

Este 8 de marzo se conmemora en un contexto histórico y político lleno de dificultades para la sociedad, en general, y para las mujeres, en particular. El contexto del que hablamos está dominado por grandes multinacionales y fortunas, por monopolios y mercados y “supone para las mujeres la paralización de casi todas las políticas públicas que estaban encaminadas a conseguir mayores cotas de igualdad y, aún peor, el avance de una cultura que desdeña la idea que la igualdad como el principal principio para la convivencia”.

Ante este panorama de “menosprecio a la idea de igualdad en el imaginario colectivo”, desde Izquierda Unida entienden que es más importante que nunca una apuesta firme por el feminismo como pilar fundamental de transformación social. “Es imprescindible, así mismo, el reconocimiento de la lucha feminista, que persigue la consecución de la igualdad real, desde el respeto a la diversidad”, señala nuestro Coordinador General, Adolfo Barrena.

En este sentido, Patricia Luquin, portavoz en las Cortes, recuerda que su formación política apuesta por “ese feminismo que modifica la política, transformando sus objetivos en universales; ese feminismo que trasgrede los roles preestablecidos y persigue la libertad y la autonomía de las mujeres a través del compromiso político colectivo; el que lucha contra la continua utilización de las mujeres como objetos, como mercancía, ya sea a través de la explotación sexual o alquilando nuestros úteros”.

“El feminismo que defiende trabajos y salarios iguales, que lucha contra la precariedad laboral y la feminización de la pobreza, y que interpela los comportamientos misóginos reivindicando nuestra visibilidad en todos los espacios”, añade.

“Necesitamos de la práctica y de la política feminista, para que la igualdad real entre mujeres y hombres tenga su plasmación en una educación, una salud, una historia, una cultura, una economía… enfocadas desde la perspectiva de género, para la consecución de un mundo sin desigualdades”, concluye.