Quisiera comenzar compartiendo una reflexión desde la responsabilidad no amordazada de mi organización política y social, Izquierda Unida, que entiende que las instituciones y las leyes que de ellas emanan son en sí mismas una poderosa herramienta que debe ajustarse exclusivamente a las necesidades y aspiraciones del conjunto de la comunidad política de las que son expresión.

De lo contrario, cuando responden a otros intereses simplemente sirven para perpetuar las condiciones estructurales y materiales que impiden que la igualdad, la justicia, la solidaridad, la redistribución de la riqueza, la emancipación o la capacidad crítica, valores imprescindibles para que una democracia pueda llamarse como tal, sean una realidad.

Por eso no esperen condescendencias ni paños calientes por parte de IU con el status quo que perpetua un orden social y político que beneficia a unos pocos, mientras carga a las espaldas de la inmensa mayoría los esfuerzos para mantener este perverso sistema. No, señor Lamban, no es posible maridar capitalismo y equidad social, ya ha visto los resultados de la crisis.

Las instituciones no pueden ser árbitros ante la desigualdad y la injusticia, deben intervenir y hacerlo en favor de los más débiles y por lo tanto poniendo coto a los desmanes de los poderosos.

Igualmente, deben garantizar la formación del espíritu crítico e informado de la ciudadanía que no puede seguir siendo considerada una masa uniforme y acrítica sobre la que tan solo se ejerce manipulación a través de medias verdades y propaganda.

IU va a defender estos principios, desde la modestia y con humildad, pero con la misma convicción y determinación que, durante tantas décadas, el hilo rojo que representamos ha venido defendiendo la necesidad de una sociedad sin tutelas y sin explotación, con rigor y alternativa que por supuesto que la hay. 

Desde ese lugar miraré a Aragón y fundamentaré nuestra propuesta, pero antes y también desde el mismo lugar me gustaría empezar haciendo una reflexión sobre la situación política en nuestro país.

Es apropiado hacerlo apenas unos días después de la fallida investidura y hacerlo aquí, en un parlamento que será capaz de cumplir con su mandato eligiendo hoy a un presidente para la Comunidad

Señorías, el mayor de los problemas de la política hoy no es un independentismo que ha servido como excusa para reducir la política a una confrontación estéril basada en la negación del otro.

Tampoco lo es siendo grave el enfrentar pluralidad con estabilidad o en consolidar la idea falsa de que la eficacia en la gestión debe estar por encima de la política de la que tiene que ser resultado.

No, el mayor de los problemas se esconde en los profundos motivos que nos hacen entenderla y practicarla de ese modo.

Esos motivos radican en el inmovilismo y el miedo de determinados sectores a perder poder ante el estallido de los consensos sobre los que se ha construido nuestra democracia y sus instituciones toda vez ha quedado patente su incapacidad de dar respuesta a los problemas reales de las personas y de la sociedad.

No estoy hablando del modelo de Estado ahora, eso lo haré después, sino de la incapacidad de las instituciones de dar respuesta a las necesidades concretas y materiales de las personas para las que hace falta algo más que seguir desarrollando el autogobierno:

  • su derecho a la vivienda, solo en Aragón más de 1560 familias fueron desahuciadas el año pasado
  • al trabajo, en Aragón 65.100 personas siguen sufriendo el paro
  • a la educación, en Aragón hay familias que no pueden matricular a sus hijas e hijos en el centro público de su barrio por falta de plazas.
  • a la salud o a los cuidados con más de 65.000 mayores de 65 años viviendo en soledad.
  • a las pensiones, que no garantizan condiciones de vida digna para miles de personas que llevan toda la vida luchando.
  • a una vejez y muerte digna, con una ley aragonesa a la que han vaciado de contenido.

y su incapacidad de impulsar las trasformaciones éticas que como sociedad requerimos para superar las heridas estructurales que hacen que esta sociedad siga instalada en la barbarie:

  • La primera de estas heridas, el patriarcado, hinca sus raíces en los anales del tiempo, pero habita en todos y cada uno de nosotros. De su final dependerá el inicio de una sociedad sana y para que eso suceda no puede caber ninguna duda al respecto de a quién hay que proteger, a quién debemos creer y por dónde no debemos pasar. El lunes asesinaron a una vecina de Zaragoza y hace unos días un hombre degolló a su hijo para no entregarlo a su madre. Estaba acusado por violencia machista. Ningún agresor puede ser buen padre. No caben condescendencias, ni morales ni judiciales, si la justicia no defiende a quien sufre la violencia estructural la justicia forma parte de esa violencia.
  • La crisis climática que es el resultado consustancial de un sistema que no respeta la vida al punto de poner en jaque la capacidad del planeta para soportarnos como especie. No hay un planeta B señorías y nuestro modo de vida suicida es incompatible con su viabilidad. Por eso cada proyecto, cada infraestructura, cada alteración del medio natural, cada urbanización, que decidamos hacer requiere de una reflexión previa que necesitamos imponer.
  • las inhumanas e irresponsables políticas que generan guerra y desplazamientos y después hacen que mueran quienes huyen de ellas
  • la despoblación como exponente de la defensa de la rentabilidad frente a la necesidad de vertebración y mantenimiento de servicios de calidad.
  • la confrontación y judicialización de la convivencia como el mayor de los errores de unos dirigentes políticos incapaces de afrontar el reto de normalizar la convivencia desde el reconocimiento a la voluntad del otro.

Porque señorías, la política que se sustenta en la lógica de vencedores y vencidos no es política. La política que pierde de vista que está para resolver de raíz los problemas de la mayoría o antepone la judicialización frente a la palabra, tampoco es política.

Ayer usted reconocía la ruptura del contrato político que supuso la Constitución de 1978, pero quiero recordarle que fueron ustedes, el PSOE y el PP, quienes pusieron la dinamita con la reforma del articulo 135 para pagar antes a los bancos que los servicios públicos. Y evidentemente esto generó una crisis institucional que acabo por situar sobre la mesa la necesidad de nuevos consensos.

Y allí radican los problemas, en negar que necesitamos nuevos consensos fraguados en la política que den respuesta a derechos fundamentales.

Un  nuevo marco que para IU debe construirse por y para la mayoría social y no al contrario. Somos muy conscientes de que se está librando una importante batalla para normalizar e institucionalizar la miseria como algo normal y ante eso deberíamos rebelarnos.

Por eso les exigimos especialmente a ustedes, señorías del PSOE que salgan cuanto antes de la ambigüedad, que no se escondan tras la transversalidad, porque continuar en tierra de nadie es permitir que se cierre en falso esta crisis y garantizar que la ganan los mismos.

Por eso IU no está aquí para participar de políticas cosméticas, no nos vale eso de cambiar todo para que nada cambie, esté quien esté ocupando esos asientos.

Queremos política, programas que den reflejo a las reivindicaciones de la sociedad y de eso hemos estado negociando exclusivamente y eso es lo que les exigimos que cumplan y de eso queremos hablar.

Piense que lo que tenemos delante, las derechas de este país y de Aragón, tienen muy claro desde dónde proponen y para quién proponen.

Sobra con escuchar los discursos de VOX, C´s o PP y ver las primeras medidas que están llevando a cabo en los no pocos lugares donde han alcanzado la suma, empezando por Zaragoza.

Unos discursos y unas políticas que institucionalizan:

  • un modelo económico profundamente agresivo con la mayoría social y favorable a las oligarquías y a las rentas del capital, que impide la redistribución de la riqueza cuando se genera, es decir, mediante salarios dignos,
  • un modelo social que quiere hacer negocio con los derechos fundamentales mediante privatizaciones previa bajada de impuestos.
  • unas instituciones débiles y sin ingresos suficientes para poder intervenir.
  • Unos valores que atentan contra la diversidad, la memoria histórica y democrática, la igualdad real y que blindan la violencia estructural de una España caduca que debemos superar.

Y piense en ello antes de justificar que la realidad aritmética de esta Cámara no permite el impulso de determinadas políticas porque no defender determinadas banderas por miedo a perder nos hace más daño como sociedad que perder por haberlas defendido.

Además usted y yo sabemos que los principales escollos a los que nos hemos enfrentado durante el proceso de negociación respondían precisamente a su falta de voluntad para asumir con valentía más protagonismo de lo público a la hora de realizar determinadas políticas.

Independientemente del acuerdo alcanzado con ustedes, que es el único acuerdo que nos vincula, ya le adelanto que esta formación política seguirá exigiendo con vehemencia:

  • el blindaje de todos y cada uno de los servicios públicos, exigiendo que ninguna empresa haga negocio de nuestros derechos.
  • la defensa del medio ambiente, especialmente de nuestras montañas, y luchando contra proyectos ambientalmente insostenibles.
  • la intervención sobre sectores estratégicos, como el de la energía para recuperar para todos lo que nunca debería haberse dejado en manos de unos pocos.
  • la defensa del pequeño comercio frente a los intereses que se esconden tras las grandes superficies y el modelo de consumo que representan.
  • una fiscalidad justa, que redistribuya la riqueza con justicia social, haciendo que pague más quien más tiene para garantizar unos servicios públicos de calidad, se viva donde se viva, y que den respuesta de derechos fundamentales.
  • un modelo productivo con protagonismo público que asiente población y riqueza, en base a sectores de alto valor añadido, que se sustente sobre la investigación, la economía social, las pymes, los autónomos, sobre quienes trabajan la tierra y viven en ella. Un modelo que garantice empleo digno y sin precariedad, no como el de los macro mataderos o las macro granjas, los falsos autónomos, la brecha salarial entre hombres y mujeres, la siniestralidad laboral o las privatizaciones.

Y se lo recuerdo porque son ustedes los que, en no pocas ocasiones, han impedido avanzar en estas materias cuando se trataba de ir un poco más allá, o quienes se han escudado en carencias competenciales para no asumir liderazgos trasformadores en el conjunto del país; contribuyendo de ese modo a que hoy, a pesar de los esfuerzos compartidos durante la última legislatura, Aragón se sitúe como una de las comunidades con mayores índices de desigualdad.

El PAR ha podido servirles de coartada con otros a la vista de los acuerdos firmados y no firmados, pero con nosotros no, señor Lamban. Por eso esperamos que, al igual que hemos hecho para estar hoy debatiendo su investidura y haciéndola posible, sigamos tejiendo alianzas y consensos, sin perder de vista a la gran mayoría social. Con IU sabe que puede contar siempre para ello.

Hemos de reconocer el hecho de que el PAR haya decidido no facilitar un gobierno reaccionario pudiendo hacerlo. Y eso es importante porque nos permitirá debatir sobre posiciones e intereses contrarios, pero compartiendo determinados valores esenciales necesarios para construir consensos democráticos.

Pero no se nos debe olvidar que el Partido Aragonés, respetando sus posiciones, se sitúa a la derecha. Por ello, le pido, Señor Lamban, que no se escude en el Partido Aragonés para acabar desarrollando por voluntad propia o mediante acuerdos con alguna otra formación progresista políticas impropias de su condición ideológica.

Le recuerdo que estamos aquí para evitar que gobierne la derecha y que se hagan políticas de derecha, no vayan ustedes, la mayoría progresista del gobierno, a ser quienes acaben imponiéndolas.

Por ejemplo, me referiré al acuerdo que ha alcanzado no solo con el PAR, que considera del mismo modo a la educación privada concertada que a la pública.

Decir que van a trabajar por mantener la paz y la convivencia entre ambos sistemas a la vez que se quiere ampliar la red pública es un brindis al sol. Puede ser que quieran ir paso a paso, de forma discreta, pero desarrollar la red de equipamientos educativos respetando la concertación sabe que no será pacífico y por lo tanto yo le pido desde aquí que se comprometa decididamente con la pública.

Como se ha comprometido al acordar con IU que la educación en el tramo no obligatorio 0-3 debe ser prestada desde lo público y con gestión directa, y, por lo tanto, sin conciertos.

Del mismo modo que hemos acordado un plan de choque concreto en apoyo a los centros en desventaja para mejorar sus medios humanos y materiales, centros que hoy soportan todo el peso de la integración y de la diversidad y que son un exponente de enorme trabajo de nuestros profesionales del sistema educativo público.

Es imprescindible hablar de compromisos presupuestarios. Como sabe desde IU le pedíamos concretar el incremento anual algo que al final no quedó detallado por lo que hoy le solicito que confirme que los presupuestos en educación serán expansivos a lo largo de toda legislatura para que entre otras cuestiones podamos rebajar las tasas de interinidad hasta un 8%, especialmente en la educación rural.

Al igual que en educación encontramos diferencias en la política fiscal. Sabe usted que con IU ha acordado desarrollar nuestra capacidad fiscal impulsando nuevas medidas de corte ambiental, pero también que no habrá reformas injustas del IRPF en el tramo autonómico como ya pasó con el Impuesto de Sucesiones, porque ustedes lo quisieron así pactando con la derecha.

El problema era la ausencia de armonización de este impuesto cedido en el conjunto de las comunidades. Sin embargo, con IU ha pactado defender en Madrid la recuperación de la función social de redistribución de la riqueza de este impuesto en el marco de la comisión de política fiscal y financiera, porque lo que no queremos para Aragón, que es una desfiscalización injusta y letal para el sostén de los servicios públicos, tampoco lo queremos para nadie. Pero ayer dijo que trabajaría para su supresión.

Del mismo modo que le hemos exigido evitar rebajar fiscales regresivas y ustedes lo han firmado con nosotros, al mismo tiempo han firmado con otras organizaciones, no solo con una, que en Aragón se pague por debajo de la media estatal, sin concretar quiénes, porqué, en qué en base a qué criterios.

Eso sin contar que anunció otras rebajas de impuestos en el medio rural despoblado sin encomendarse a nada con una medida que, a nuestro parecer, es irresponsable y que supone una trampa peligrosísima si queremos mantener los servicios esenciales donde la capacidad fiscal ya es reducida de por sí.  

Señor Lamban, ¿cómo vamos a ir a Madrid a exigir financiación si nosotros somos los primeros que bajamos impuestos alegremente? Hay que ser coherentes y usted sabe que nos tendrá siempre en esa coherencia, impulsando una política fiscal justa y redistributiva que garantice que pague más quien más tiene para financiar unos servicios que impidan que nadie se quede atrás.

Uno de los debates más agudos en el proceso de negociación se giró en torno a la reversión de las privatizaciones en el ámbito sanitario, a la necesidad de introducir cambios en la gestión del personal o al impulso de la atención primaria para avanzar en prevención y eficacia del sistema. Al final llegamos a un acuerdo que determina un camino que consideramos positivo, como es el de avanzar en la recuperación de los servicios que ahora están en manos privadas y garantizar el acceso universal y gratuito a la sanidad pública de toda la población sin exclusiones ni copagos.

Ésta y otras medidas acordadas:

  • como la mejora de las condiciones del personal sanitario,
  • el desarrollo de un Plan de refuerzo de la salud laboral centrado en la prevención de riesgos laborales y el cumplimiento de la ley de igualdad,
  • el impulso decidido a las infraestructuras hospitalarias necesarias pendientes como Alcañiz y Teruel.
  • un plan de choque contra las listas de espera que no pase por las peonadas sino por la convocatoria de plazas bienalmente, la garantía de la dedicación exclusiva, el correcto y racional funcionamiento de los recursos sanitarios y la mejora profunda de la gestión de las listas de espera son también un buen punto de partida.

Como lo es el haber pactado avanzar hacia un sistema menos medicalizado, con una reforma profunda de los consejos de salud y del peso de la atención primaria.

Pero quisiera detenerme en este punto y hoy le pido desde esta tribuna que concrete ese compromiso, ya que no fue posible durante la negociación, y me diga si tiene voluntad que la atención primaria llega a suponer un 25% del presupuesto sanitario, siguiendo el camino que apunta el Plan Aragonés de Salud que lo cifra en al menos un 20% y van a hacer otras comunidades nada sospechosas de bolchevismo como Andalucía.

Hoy gastamos más en farmacia que en atención primaria y seguimos dejando en manos de las farmacéuticas (por cierto ayer la exministra de Sanidad Carmen Monton fichó por una de ellas) sin explorar la posibilidad de desarrollar un polo publico farmacéutico con inversión suficiente en I+D+i que nos permita además generar riqueza para mejorar nuestra mermada capacidad económica, tal y como señaló hace unos días  la Cámara de Cuentas, que empeorará con la rebaja del impuesto de sucesiones y con  la nula capacidad de generar riqueza proveniente de la actividad productiva pública. Esperamos que esos desequilibrios no cristalicen en recortes.

Y hablábamos de investigación y tenemos que volver a hablar de impuestos y tengo que cuestionar otra de las medidas que leo en sus acuerdos con algunas fuerzas políticas como lo es la de hacer rebajas fiscales a quienes inviertan en I+D+i.

Desde IU cuestionamos esta medida pues consideramos que el Gobierno de Aragón asumir desde lo público el protagonismo en inversión para tutelar ese cambio de modelo, poniendo en el centro a los y las investigadoras y ligar toda ayuda a la mejora de las infraestructuras de investigación y las condiciones en las que los investigadores e investigadoras desarrollan su trabajo si queremos un verdadero cambio productivo.

No habrá retorno de quienes salieron sin garantías ni campo para trabajar.

Los sectores productivos a potenciar los hemos señalado en el acuerdo suscrito en varias medidas: la rehabilitación, el sector forestal, el sector de la agricultura sostenible, el sector energético y los trabajos de cuidados, el farmacéutico.

¿Cómo lo hacemos? Desde IU les hemos propuesto varias medidas:

  • Desarrollar planes de empleo que impliquen también formación,
  • Impulsar la economía social que protagoniza varias de nuestras medidas.
  • Defendiendo una política agraria orientada a quien trabaja la tierra y vive en ella, poniendo coto a especuladores con el precio de los alimentos, terratenientes rentistas o agricultores de sofá.
  • Y, por supuesto, a través de las empresas públicas, empezando por la mejora de las condiciones laborales en las ya existen como las del operativo de prevención y extinción de incendios de Sarga.

Unas medidas que han de contar con los trabajadores y trabajadoras y para ello, por ejemplo, hemos acordado garantizar su participación en la elaboración de los pliegos de condiciones de la contratación pública , como hemos firmado luchar contra la lacra de la desigualdad y la precariedad que tiene su cara más evidente y amarga en la brecha salarial o los falsos autónomos, cuestiones contra la que debemos actuar, legislando e incrementando la inspección en colaboración con sindicatos e inspección de trabajo.

Porque con Motorland o la unión de estaciones de esquí señorías, no vamos a luchar contra la despoblación o la crisis climática, ni garantizar una transición justa.

Quisiera que, en estas políticas, les guiara la premisa de Angela Davis: “No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”. Hay proyectos, que son inaceptables, como la unión de estaciones de esquí. Recetas fallidas y contra natura.

Luchar contra la despoblación nos obliga a coordinar todas las políticas evitando departamentos estancos y garantizar que los fondos estructurales y de inversiones se gestionan con arreglo a las necesidades reales y se decide su destino con la mayor participación y transparencia posible superando modelos clientelares y que merman el impacto de estos fondos como el FITE

Luchar contra la crisis climática y en favor del medio ambiente nos obliga a proteger por ley a las montañas de Aragón, a apostar por un transporte por ferrocarril con el Canfranc y el Cantábrico Mediterráneo o las cercanías, a avanzar en la defensa de los derechos de los animales o a cumplir con la agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible desarrollando un plan de rehabilitación y eficiencia energética para alcanzar el 3% anual de rehabilitación que permita auditar energéticamente el parque inmobiliario de Aragón y desplegar medidas de apoyo a la rehabilitación de vivienda.

Luchar por una transición energética justa pasa por no abandonar a nuestras comarcas mineras ni permitir que una multinacional que ha explotado hasta la saciedad nuestros recursos cierre la térmica y disfrace de compromiso social su plan de negocio e intente hacerse con la potencia renovable de la zona.

Tenemos un compromiso señor Lamban para impedir que eso suceda.

Del mismo modo que debemos impulsar el autoconsumo eléctrico como medida fundamental para empezar a democratizar un sector profundamente oligopólico que impide que haya aragoneses y aragonesas que puedan calentarse en invierno, cocinar o encender la luz.

Un problema, el de la faceta energética de la pobreza, que también se sitúa entre nuestros acuerdos, como lo hace el derecho a la vivienda digna.

Es lacerante que no hayamos aprendido nada de la crisis que aún sigue castigando a cientos de miles de aragoneses y aragonesas. Hoy la burbuja del alquiler crece de forma preocupante en los lugares donde hay más presión urbanística y demográfica como Zaragoza, No puede ser que siga habiendo gente sin casa mientras hay casas sin gente. Un problema que, sumado a la precariedad que define nuestro modelo productivo y que padecen especialmente los jóvenes con bajos salarios y altas tases de temporalidad, imposibilita el acceso a un derecho fundamental como el derecho a techo.

El resultado de no intervenir por ley para garantizar este derecho son los terribles dramas humanos que hay detrás de cada uno de los más de 1.000 desahucios por alquiler que el año pasado se perpetraron en Aragón.

Es preciso por lo tanto sacar adelante esa ley que garantice el derecho a la vivienda digna en Aragón, como lo es intervenir para favorecer el alquiler mediante la ampliación del parque público de vivienda de alquiler social en colaboración con los municipios o movilizando la vivienda vacía y de forma paralela incrementar la financiación autonómica del programa de ayudas de alquiler social del Plan de Vivienda 2018-2021.

Estas medidas, contenidas en el acuerdo de 52 propuestas para un Aragón feminista, productivo, sostenible y con derechos, son imprescindibles si queremos que las instituciones aragonesas aborden los problemas de raíz que impiden que los y las aragonesas podamos ver satisfechas nuestras necesidades materiales como el derecho a la vivienda, educación, a la salud, al empleo.

Pero como les decía el papel de las instituciones debe ir más allá para superar los grandes dramas que aquejan a la sociedad. Ya hemos hablado de algunas de esas heridas como la despoblación o la crisis climática.

Permítame que recuerde todo lo que nos queda por avanzar en materia de igualdad real y de lucha contra la violencia machista y patriarcal. Durante la legislatura pasada se hicieron avances muy importantes pero debemos ir más allá desarrollando hasta las últimas consecuencias y sin ningún tipo de restricción presupuestaria todas las leyes en materia de igualdad y desarrollar aquellas cuestiones que quedan pendientes como:

  • legislar contra la brecha salarial y perseguir las situaciones de discriminación laboral,
  • desarrollar los planes de igualdad en todas las administraciones autonómicas,
  • visibilizar y prevenir, las enfermedades ahora invisibilizadas que afectan a las mujeres, garantizando una atención adecuada de los derechos sexuales y reproductivos en el sistema público de salud.
  • proteger de forma inequívoca a quienes han sufrido la violencia machista revisando a fondo el funcionamiento de los puntos de encuentro para que no sea necesario que la mujer asista a fin de mejorar su seguridad o ampliando la red de casas de acogida. 

Debemos conjurarnos para seguir frenando las posiciones patriarcales y homófobas que han llegado incluso a las instituciones; frente a sus discursos del odio: más feminismo, más diversidad, más igualdad y más solidaridad, pero sobre todo el desarrollo en toda su dimensión de las leyes aprobadas durante la legislatura anterior para que cualquier actitud homófoba o violenta sea perseguida como se merece. El papel de los medios de comunicación es importante, especialmente de los medios públicos que deben contribuir en esta lucha por la igualdad real y la no discriminación.

Queremos que Aragón sea un referente del respeto a los derechos humanos, la solidaridad debe ser con quien sufre y contra quien genera ese sufrimientos, por eso les hemos propuesto que Aragón sea un lugar de acogida para quienes huyen de la guerra, y también para aquellos activistas que hoy se están jugando la vida por defender sus derechos fundamentales. Con un programa de protección de líderes sociales de Colombia o el Sahara.

Aragón no puede permanecer impasible ante la barbarie y hoy debemos condenar la escalada de violencia del régimen genocida Marroquí contra el pueblo saharaui que se ha saldado con el asesinato de un activista en fechas recientes y la expulsión de varios observadores, abogados y periodistas internacionales varios de Aragón.

Decía Albert Camus que la tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios, sino sobre las faltas de los demócratas. Es oportuno que los demócratas tengamos muy presente esta reflexión para evitar que esos valores reaccionarios acaben por reinstalarse en nuestra sociedad, negándonos incluso la verdad de la historia democrática de nuestro país. Ninguna sociedad sana se puede construir desde el dolor de la fosa común. Aragón debe arrojar verdad, justicia y reparación por los cuatro costados y eso empieza por reconocer lo que pasó, también en nuestros libros de texto y por apoyar en su labor al movimiento memorialista.

Por ello es imprescindible el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y la Ley de Memoria Democrática de Aragón

Quiero ir finalizando desde el mismo lugar que comencé, desde la obligación que como representantes de la sociedad tenemos para generar las mejores condiciones para facilitar la emancipación, la capacidad crítica y la creatividad de una sociedad como la aragonesa que es capaz de sacar lo mejor de sí misma en los momentos más complejos. Es tarea del nuevo Gobierno de Aragón potenciar la creación cultural y democratizar el acceso a la cultura en todas sus dimensiones como derecho fundamental que es.

Hoy damos un paso más eligiéndole presidente señor Lamban, tras un largo mes de debate político, que ha exigido escucha, confrontación y síntesis. Política en resumen. Las gentes de izquierdas teníamos muy claro que no queríamos un gobierno liderado por el trío de Colón, y tampoco un gobierno que hiciese políticas de derecha.

A sabiendas de que deberemos seguir debatiendo, el acuerdo suscrito con ustedes nos permite darle la confianza que esperamos no defraude.

Y le pedimos a usted y su gobierno que no pierda nunca de vista que el acuerdo alcanzado con IU no se puede quedar solo en ejecuciones presupuestarias más o menos satisfactorias, sino que debe necesariamente caracterizar una actitud del gobierno a la hora de aproximarse a los temas que contempla, teniendo muy clara la óptica desde la que nacen esas políticas concretas y muy presente hacia quienes van destinadas.

Van a ser sin duda años complejos, IU estará en la oposición y a la izquierda, siempre leal a quienes nos han traído hasta aquí y siempre desde la propuesta, exigiendo que su gobierno con mayoría progresista no acabe dándole la razón a Eduardo Galeano cuando decía que “El poder es como un violín, se toma con la izquierda y se toca con la derecha”.  

Por el bien de Aragón esperemos que no acaben conformándose con reducir lo posible a los intereses de la oligarquía.